Bertín, Anne, la OTAN y el 11-M







El panorama mediático que se barrunta para esta primavera combina ilusión y desolación a partes iguales. La ilusión la ponen sin duda los nuevos medios que nacen en la red, libres y ligeros de equipajes molestos. Su modelo puede ser El Diario, que dio el pasado año doscientos y pico mil euros de beneficios con dos factores a tener en cuenta; sus acuerdos con terceros para suministrarse contenidos y sus brillantes y desconocidas operaciones comerciales. Sigue lejos del dineral y visitas que obtiene El Confidencial, cada día más escorado a la derecha, pero Escolar duplica los socios que ha logrado infoLibre, que amasa casi un millón y medio de euros de pérdidas en menos de tres años. Para preocuparse.

Mientras Nacho Escolar saca pecho por su periodismo a pesar de todo con el desagrabable "sé fuerte" de Doña Letizia, Pedrojota hace malabares buscando el foco mientras es asfixiado, con permiso de Federico, por toda la prensa, silente con el riojano al convertirse en un apestado justo por ejercer de periodista tras tres décadas gestionando dossieres que administraba con interesadas filias que poco o nada tenían que ver con la ideología, porque él nunca tuvo de eso tal y como demostró como "groupie" una Operación Roca que fracasó justo después del timo del referéndum la OTAN, motivo del asentamiento de la corrupción mediática de los medios nacidos en transición. Mientras saca pecho por el 11-M en vez de meterse debajo de la cama, Ramírez mira de reojo a un Inda obsesivo contra Podemos mientras chapotea con suerte en las cloacas.

Es cierto que la prensa digital ilumina, pero algunos gurús del 2.0 son conscientes que los bloqueadores de publicidad son los nubarrones en el horizonte de un mercado que crece gracias a la floja inversión que se necesita para lanzar una página y a la progresiva muerte del papel, pronosticada incluso por el actual director de El País, que sigue diseñando sondeos al gusto de un Albert Rivera que se le pone cara de Suárez. Pero no del simpático político del 77, sino del amigo de Conde de los primeros noventa. En Prisa sigue funcionando mejor AS, gestionada con látigo de hierro por un Elortegui que se ha asomado feliz por la ventana mientras por la calle caminaba taciturno Juanma Trueba, que debiera ser el primer fichaje estrella de Gallardo tras asumir los mandos de Marca. Pero además de El País o AS, en Prisa se tiene la mirada puesta en las radios, tuteladas por la hijísima de Janli, que se deberá ganar el puesto con una revolución en las parrillas similar a la que debiera acometer una Onda Cero que no se ha repuesto del socavón que dejó Herrera, que paladea con gusto un acento andaluz similar al de Anne Igartiburu o Terelu Campos; a conveniencia.

Peor aun es el panorama televisivo, todavía decepcionado por el irrelevante lanzamiento de un canal,#0, con menos brillo del que Telefónica vendía. Aun así seguro que supera en años luz al nacimiento primaveral de dos canales sin presupuesto, en manos del duopolio por interés comercial. ¿Aportarán algo a la producción nacional? Seguro que menos que el capricho de Florentino Pérez, indigesta propaganda merengue solo apta para niños madridistas, igual de exigentes que los cavernarios fieles de 13 TV, que pese al favor marianil no puede pujar por Bertín, hombre del momento mientras paga deudas, anima a Carrasco a negociar con el duopolio para cubrir el boquete y contraprograma a El Caso con Trancas y Barrancas. Olé.



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