La solución alternativa del Ibex; Pedro Sánchez podría gobernar con el apoyo de Rivera y la abstención del PP








El culebrón político que se avecina para recibir el 2016 tendrá tres frases diferenciadas, tal y como se comenta el la órbita de los socialistas. Y es que el nudo italiano que han atado los españoles lo intentará desanudar el Ibex con una operación antidemocrática que podría dejar fuera de juego a Podemos y a los nacionalistas.

La primera fase la liderará Mariano Rajoy, que saca pecho pese a la debacle y que según El País habría ofrecido al PSOE la presidencia del Congreso. Y es que Felipe VI propondrá Gobierno a un político,  que sin ser consciente de que su carrera política ha acabado, iniciará una ronda de negociaciones estériles que acabarán con el "no" del PSOE, que se niega a hacerse el harakiri, el "no" de Podemos y el "no" de los nacionalistas.

La segunda fase la liderará Sánchez, que recibirá la invitación del monarca a formar Gobierno. Y claro, los socialistas se verán las caras con Podemos, pero el acuerdo no llegará por la presión a Sánchez por dos flancos; la presión de los barones socialistas del sur, que se niegan a un pacto entre el PSOE y fuerzas nacionalistas, y la presión de Podemos, que exige un referéndum catalán que hace que Susana Díaz ponga el grito en el cielo.

Aun así si la formación que lidera Iglesias rectifica sobre su línea roja catalana, el pacto entre ambos partidos y la abstención de Rivera, que se da por descartada, podría consolidar un gobierno progresista que a Iglesias y compañía no le convence en absoluto. Y es que el cuerpo le pide "combate" a una formación que sueña con una nueva convocatoria de elecciones, ya que según ellos supondría una ligera subida del PP, el sorpasso definitivo de su formación sobre el PSOE y la cuasi desaparición de Ciudadanos.

La tercera fase, para alivio de los mercados, podría protagonizarla la presión que sufrirá Rajoy en carne propia por parte de unas élites que se niegan a sufrir en carne propia la incertidumbre de unos nuevos comicios. Y es que el gallego, tras once años en el trono popular, no tendrá más remedio que dejar paso a una Soraya que con el discurso de "por el bien del país" no tendrá más remedio que abstenerse a la investidura de Sánchez. Todo con tal de negarle el protagonismo que le han dado las urnas a una fuerza regeneradora como Podemos, que podría sufrir un cordón sanitario por un tripartito siniestro. 

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