Según el CIS la sexta y séptima fuerza política nacional en intención son CDC y ERC, que se divorcian de nuevo en Madrid. CDC acude con cierto desgaste a la cita por su decepción electoral de las catalanas, en pleno estallido de los casos de corrupción y con Godó reculando mediáticamente su apoyo al secesionismo. Ya saben que La Vanguardia se ha bajado del barco, dicen que por llamadas de Zarzuela y promesas de Moncloa, como ya lo hizo El Periódico, recientemente rescatado por la familia Lara. Aun así plataformas como TV3 o el Ara le facilitarán las cosas al partido de Artur Mas.
En Catalunya Podemos, del brazo de Ada Colau, podría disparar su intención de voto, al igual que Ciudadanos. Todo lo contrario que el PSC y el PP, que auguran malos resultados.
Euskadi también vivirá unas peculiares generales donde Bildu podría confirmar el sorpasso sobre el PNV, que cuenta con bazas como la ETB, el Deia u Onda Vasca, mientras que Podemos es la única fuerza que barrunta grandes resultados, cosa que no hacen un decadente PSE, un PP en horas bajas y unos Ciudadanos que se podrían quedar en el norte a cero.
Podría repetir en la cámara baja Coalición Canaria, situación casi imposible para UPyD, enterrada por su fundadora, el BNG, que podría ser arrollado por las mareas podemitas y Durán i Lleida. Tampoco cuentan con opciones fuerzas como VOX, X la Izquierda, con Garzón pero sin Talegón ni Llamazares, o el nuevo partido impulsado por la federación madrileña de IU.
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