La TVE del PP dilapida la herencia de ZP con favores a sus amiguetes








TVE se piensa la renovación de Olmos y Robles. Y eso que la comedia policial, con casi tres millones de espectadores pegados a la pantalla y un 15% de share en sus siete primeros capítulos, ha cumplido con nota en su primera tanda. Pero aun así Flipy tendrá que cruzar los dedos para que la actual directiva le renueve la serie, cosa que sí que han hecho con Víctor Ros, que marcó un 11,6% de share.

¿Y por qué renuevan una serie que ha marcado tres puntos y medio menos que la otra?, se preguntará algún ingenuo. Muy fácil, porque Secuoya, que ha crecido al calor de los contratos de autonómicas peperas y que prepara un canal familiar conservador al gusto de Soraya, está detrás de Víctor Ros, y claro, la TVE del PP quiere convertir a Berdonés en su nuevo Roures, al que ZP financió desde TVE para que lanzase su cadena afín, la Sexta.

Nada nos extraña, teniendo en cuenta que ningún directivo de TVE ha ido a la cárcel por "ganar" una subasta de los resúmenes ligueros por doce millones de euros, dinero público que ha ido a parar al bolsillo de Alierta, cuando el segundo postor ofrecía dos millones. Hemos ganado, dirán, cuando Estudio 1, que emite en exclusiva unos resúmenes que no funcionaban ni en 13 TV, marca alrededor de un 6% de share, cifra que no alcanza ni la mitad de lo que marcaban las películas americanas que emitía la pública en la medianoche del domingo.

Está claro que la TVE del PP ha dilapidado la doble herencia de la que construyó con talante ZP; la credibilidad, con formatos como los Telediarios de Fran Llorente, Los Desayunos de Ana Pastor, el 59 segundos, el Tengo una pregunta para usted o las mañanas de RNE de Juan Ramón Lucas, y la ficción, de la cual han tirado por la borda series como Amar en tiempos revueltos, La República o Los misterios de Laura, mientras no han sabido actualizar un catálogo donde sobreviven asfixiadas Águila Roja y Cuéntame cómo pasó.

Lo que no ha tirado la TVE de Rajoy por la borda es la cobardía de ZP para contener al duopolio eliminando la publicidad de la pública. El PP no se ha atrevido a rectificar el gran error de ZP, que condena a la Corporación pública a una inestabilidad financiera que a la larga la convertirá en residual. Porque ya saben, el modelo del PP para las televisiones públicas no es la BBC sino Telemadrid, cadena que arruinó José Antonio Sánchez, hoy mandamás en TVE, y manipularon profesionales con similar independencia a Gundín, ex jefe de opinión de La Razón de la Marhuenda y actual director de los servicios informativos de la pública.



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