Mar de plástico tiene un grave problema








Anoche arrancó con buen pie Mar de plástico, el nuevo thriller policíaco de Antena 3. En primer lugar hay que agradecer a las cadenas que hayan decidido descentralizar los lugares de rodaje de las series, huyendo al fin de la asfixiante capital.

La nueva serie, protagonizada por Rodolfo Sancho, comenzó su periplo de manera impecable; buena factura, escenarios naturales y unas sobrias interpretaciones-exceptuando el sobreactuado estreno de Jesús Castro-.

El problema para Mar de plástico en su arranque es su temática, ¿quién mató a Laura Palmer? Este tipo de ficción se atraganta a la larga, ya que la estructura se suele imponer sobre la imaginación libre, que es el problema que ha matado en parte al género de la novela. Y es que en cada capítulo encontraremos como la dirección de la serie apunta obscenamente a personajes como posibles asesinos de la hija de la alcaldesa.

Esto, si no se hace bien, se convierte en indigesto, cosa que en parte ocurrió con Bajo sospecha, ficción menos ambiciosa que la que vimos anoche. Pero la citada serie partía con una ventaja; contaba con solo ocho capítulos, cinco menos que la protagonizada por Rodolfo Sancho, por lo cual o Mar de plástico es redonda o se encuentra zambullida en un género muy trillado. Suerte.



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