La crisis mediática con Uxue Barkos como ejemplo








En Navarra, que llevaba votando cambio desde hace ocho años, se preveía una entrada ruidosa de Uxue Barkos en el Gobierno de Navarra. Y es que cualquier tipo de cambio que pasara por el adiós del todopoderoso UPN del poder y la llegada de fuerzas nacionalistas vascas al sillón de mando foral se presuponía traumático para la mayoría de la población.

Pero cuatro meses después de las elecciones el cambio se puede calificar como mínimo de apacible por dos razones políticas y una, la más importante, la mediática. Las políticas son que Geroa Bai ha decidido encabezar un cambio plácido, predominando en sus políticas las necesidades sociales a articular cualquier tipo de proyecto nacional. Y la segunda es el hundimiento catastrófico de UPN, partido que ha perdido no solo su sillón en Presidencia, sino prácticamente todo su amplio poder municipal.

Pero, como decimos, el principal protagonista de los primeros meses de Uxue como presidenta es el sonoro silencio mediático, propiciado por una razón; la debilidad económica de Diario de Navarra, el periódico más influyente del Estado en su radio comercial. El periódico, órgano de la oligarquía foral desde sus inicios, financiador de la Guerra Civil del 36, panfleto propagandístico del franquismo durante cuatro décadas y bastión conservador las cuatro últimas décadas como elemento desestabilizador de cualquier posible cambio; desde el intento de acuerdos de Juan Cruz Alli con Euskadi, que le costó la ruptura a UPN, al linchamiento a Otano, último presidente socialista navarro, o las presiones cual lobby del agostazo o marzazo, en el que el PSN traicionó a sus bases por un calculado electoralismo de Ferraz ordenado por "Pepiño" primero y Rubalcaba después.

Pero ahora Diario de Navarra, inmerso en una grave crisis, ni está ni se le espera. Y eso que en campaña las críticas al nacionalismo fueron feroces, en especial los análisis dominicales de Luis M. Sanz, que se ha quedado sin colmillos ante la llamada a rebato del periódico, consciente de su debilidad económica. Diario de Navarra, con consejeros enfangados en la corrupta gestión de la CAN de UPN, prefiere ahora mirar a otro lado, convertirse en apolítico y buscar la supervivencia a costa de contar el dramático día a día del decadente UPN, ya sin Yolanda Barcina, en vez de poner palos en las ruedas al Gobierno del cambio, que es lo que les pedía el cuerpo. El temor a verse privado de prebendas públicas pesa, y más en estos tiempos.

Diario de Noticias toma aire

El segundo periódico más vendido de Navarra, inmerso en pleno ERE, se verá ahora compensado por los años de marginación que sufrió estoicamente por parte de los fondos públicos. A nadie se le escapa la importancia del Noticias a la hora de decapitar a UPN, partido al que desvistieron en su eterna cantinela de gestión y honradez. Y tampoco se le escapa a nadie la cercanía del diario con el PNV, integrado en Geroa Bai, ya que desde hace años en Euskadi ejercen de grupo afín con medios como el mítico Deia y la incipiente cadena de emisoras Onda Vasca. La Navarra de hoy en día es consciente de que parte de la culpa del Noticias en el sorpasso de Geroa Bai sobre Bildu, en principio y gracias a Aralar, líder de las fuerzas del cambio en Navarra tanto en base social como en trabajo, pero la debilidad del partido de Zabaleta en Euskadi le costó a éste el liderzgo de la coalición en Nafarroa, torpemente capitaneada por Sortu. La coalición abertzale se tendrá que conformar con Gara, minoritario en la Comunidad Foral, con Euskal Herría Irratia, que al fin tiene licencia pese a la grotesca marginación por parte de UPN durante dos décadas, y Nafar Telebista, impulsada gracias a fundaciones cercanas a Patxi Zabaleta, que verá amenazada su posición si ETB se ve en Navarra, tal y como se las prometieron felices Uxue y Urkullu la semana pasada, sin desvelar, al menos por el momento, quién pagará la cuenta.

Los restos del naufragio

Sobrevive, al menos por el momento, Navarra televisión, cadena privada que vive con fondos públicos y de la que es propietario Michel Méndez Pozo, el amigo de Aznar que acabó encarcelado, y que teme salir de Navarra tal y como le ocurrió en La Mancha, de donde se largó de facto cuando ganó Cospedal. Y es que en la región de Don Quijote iba con el PSOE, no como en Castilla y León, donde vota con fruición al PP. Navarra TV, donde los navarros ya no tienen que soportar los editoriales ultras de su director, Roberto Cámara, es heredera de Canal 6, otra "tele rumana" que vivía al son del sablazo de fondos públicos y que solo se ve y veía cuando llegan los Sanfermines. Ahora Navarra TV tendrá, como mínimo, que compartir subvención con Nafar Telebista, que está intentándose hace un hueco con la pelota comprada a Karlos Arguiñano. Méndez Pozo aguantará menos que un caramelo a la puerta del colegio si Uxue le corta el grifo. Un grifo caudaloso en tiempos de Miguel Sanz, con el que sacó licencias FM, un contrato para proveer servicios técnicos al centro territorial de TVE en la etapa ZP-otra cláusula entre "Pepiño" y Sanz- y la creación del efímero La Estafeta de Navarra, periódico que nació y murió cuando el ex presidente corellano se divorció durante unos meses de Diario de Navarra.

El poco peso de la radio y de la prensa digital 

La radio en Navarra sigue teniendo nula existencia, en parte por la pobre apuesta de Diario de Navarra, poseedor de una extensa red de emisoras, en la radiodifusión. Antes asociados a COPE y ahora a Onda Cero, la programación está en mínimos, tal y como le ocurre a la SER, eclipsada por falta de licencias en media Navarra. La falta de radio autonómica, dejando a un lado intentonas amateurs entre lo deportivo y lo musical tipo Trak FM o Bit FM, también juega en contra del peso político de la radio en Navarra. En la prensa digital tampoco ha llegado la profesionalización, dejando a un lado blogs y algún periódico deportivo muy loable. Y eso que Diario de Navarra y Diario de Noticias tienen muros de pago, pero ni por esas. El papel sigue pesando, y mucho, en Navarra.

La Ribera mediática 

El peso de Diario de Navarra aumenta en el sur de Navarra, donde ahora podría perder peso si los Ayuntamientos del cambio le dejan sin publicidad institucional. Tampoco corren buenos tiempos para las revistas comarcales, con tanto peso en La Ribera, con los trabajadores de La Voz de la Ribera tomando la gestión del medio y con La Ribera sonando menos que nunca gracias a la vejez de Matías Escribano, que tan bien vivía en tiempos pretéritos. La televisión apenas existe, a excepción de algunas aventuras en pañales como La Ribera Televisión, que emite por Vodafone TV, mientras que la radio sigue en mínimos, con esRadio como única fuerza a tener en cuenta gracias al trabajo de Paul Carcavilla y su hermana musical Sonora FM, antes dance y hoy pop. Lo único que parece llegar, sin un proyecto digital creíble a día de hoy, son revistas comerciales con poco peso informativo.





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