Es cierto que Pedro Sánchez tiene complicado acudir en primera línea de salida a las generales de noviembre, pero los resultados de ayer podrían ayudarle a ser presidenciable. Y es que el PSOE, con un calendario que ha jugado a su favor, podría recuperar Castilla-La Mancha, Extremadura, la Comunidad Valenciana, las Islas Baleares, y Aragón. Para ello se tendrá que entender con Podemos, que tiene el candado de casi todas ellas. Y también hay que recordar que el PSOE seguirá gobernando en Asturias y que se ha quedado a un paso de recuperar la Comunidad de Madrid. A cambio el PSOE podría ofrecerle la alcaldía de la capital a Ahora Madrid de la mano de Carmona, quizás el gran perdedor de anoche entre las filas socialistas.
En Castilla-La Mancha Cospedal podría ser descabalgada por un García-Page en manos de Podemos, que también sería bienvenido en Extremadura, donde el PSOE ha recuperado el primer puesto. En Valencia le haría falta un tripartito con Podemos y Compromís, al igual que en Baleares, en este caso con la formación de Pablo Iglesias y con MÉS, y en Aragón, de nuevo con los morados con la Chunta Aragonesista.
Hay que recordar por último que el PSOE podría gobernar en Asturias, donde se ha impuesto con solvencia, de nuevo con Podemos como muleta.
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