¿Por qué se hundió definitivamente Alaska y Segura?







El día después del estreno de Alaska y Segura, La Mosca Mediática analizó los trece principales errores del aterrizaje de este late-show cultural en TVE; la falta de presentadores solventes, la errática elección de colaboradores, el excesivo postureo reinante en el programa, la falta de ritmo, la fallida pareja de directores escogidos-maestros en otros campos-, etc.

TVE tras comprobar los flojos resultados cosechados en los cuatro primeros programas, decidió promover un cambio de rumbo en el programa para esta semana, con dos cartas a jugar; retrasar el programa para intentar elevar el share y escoger mejor los entrevistados. Es por ello que Alaska y Segura arrancó pasada la una de la madrugada, pero ni por esas, ya que el programa marcó su mínimo con un patético 3,8% de share, a lo que hay que sumar que además se desplomó en espectadores; 182.000 espectadores, dato que se queda lejos de los 473.000 de la semana pasada.

Eso sí, hay que reconocer que en las entrevistadas acertaron; Eva Hache, que manifestó su disgusto por tener que elegir entre uno de las dos principales canales privados, y Candela Peña, que se lamentó por llevar tanto tiempo en paro. Ésto le valió al programa para cosechar un gran número de mensajes en Twitter, pero por desgracia las cadenas no viven de las redes sociales, sino de la audiencia-4,8% de media en los cinco primeros programas-. Es por ello que el programa tiene más que complicado obtener una renovación, por lo que podría desaparecer. Y podría decir adiós porque José Ramón Díez, director de TVE, afirmó la semana pasada en Murcia que el programa no volvería a La 2 el año que viene. Es decir, que o sigue en La 1 o desaparece.

Los trece errores de Alaska y Segura; el programa de la tontería y el postureo:

TVE estrenó el pasado lunes Alaska y Segura, que aterrizó patinando con un ridículo 6% de share. Aquí van los trece errores más graves de este insípido late-show:
1- Sin presentadores no hay paraíso

Está claro que Segura funciona como colaborador. Lo ha hecho en El hormiguero o en Tu cara me suena. Pero de ahí a que pueda presentar un programa media un abismo. Y menos al lado de Alaska, que también funciona como complemento, pero nunca como plato principal. El programa necesita un presentador que oriente ese rancho heterogéneo y esa papilla que no hay por donde cogerla.
2- Los enchufados

Parece ser que a Segura y Alaska les dieron como privilegioenchufar a dos pájaros por barba. Y lo han hecho. El creador de Torrente ha colocado a Bigotes y Dientes, dos humoristas dignos del patético Sabías a lo que venías que presentó en la Sexta. Y la musa de la Movida ha colocado a Pepino y Crawford, dos pájaros que hacen como que ponen música y dan color. Lamentable.
3- Los reyes del postureo
El postureo es atribuible a Alaska, la reina del postureo y la superficialidad. Tal y como vimos en MTV, la cantante es de esas que les gusta aparentar. No hay que ver más que el mamarracho con el que está casada, que es el típico raro de pueblo que salta a la ciudad y ahí se cree lo más. Por eso le gusta más la cámara que a un tonto un lápiz.
4- Los entrevistados
Confiar la primera entrevista a Carmen Maura evidencia que los responsables del programa tienen poca idea de televisión. La entrevista fue plomiza, no como la que le hicieron a Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla, que en realidad no fue tal, porque fue solucionada con un triste gag.
5- ¿Qué coño pintan?
¿Qué coño pinta un duelo de gallos del hip hop, un tipo echando fotos, cien tipos bailando mientras inundan el plató y un desfile de moda con los amanerados hombres Matrix de David Delfín, más repetitivos que los corazones de Agatha?
6- Enredados
Las redes sociales están bien para los programas que funcionan y dejan un rinconcito a sus fans. Pero un programa que acaba de estrenarse no puede volcarse en el Twitter; que si tenéis que comentar, que si tenéis que mandar fotos, que si tenéis que votar, que si hemos invitado a un tío que lo siguen nosecuantosmil, etc.
7- Sin ritmo

El programa se hace lento y largo. Contó una vez Santiago Segura que cuando le enseñó a Guillermo del Toro el primer montaje de Torrente 2 el mexicano le respondió: "Gordo cabrón, obra maestra. Sobra media horita". Pues eso, que sobra media horita, porque el directo está muy bien pero si la cosa no funciona es muy peligroso. La tijera a veces es necesaria.
8- Sin los directores apropiados

El programa está dirigido por dos genios; Santiago Tabernero, ex creador de Versión española, de la maravillosa marcianada Carta blanca y de la deslumbrante película Vida y color; y Fran Llorente, el jefe de informativos de la etapa más plural y de la más premiada de TVE, que ahora ha sido enviado a galeras por la chusma sectaria y miope del PP. Pero los dos no hacen un buen director de entretenimiento. Grave error.
9- El guión como aliado, no como camisa de fuerza

Entre los presentadores hubo este pasado lunes un exceso de guión. No tiene mucho sentido hacer un programa en directo y prohibir la improvisación. Ahí Segura podría dar cierto juego, pero es castrado por el guión, que encima no era para echarle muchas flores.
10- Sin sketches

Un programa de humor sin humoristas, con permiso de Bigotes y Dientes, dos humoristas ridículos que solo le hacen gracia al escatológico Segura, no puede permitirse no tener un cuadro de humoristas, ni reporteros dicharacheros, ni secciones de humor en sí. Fallito. Segura debería haber recordado a El peor programa de la semana, espacio en el que colaboró, que confiaba su suerte a los sketches irreverentes.
11- La tertulia no aporta nada

La primera tertulia la confiaron a hablar sobre los Oscar, pero el asunto tampoco ayudó al programa. Destacó en ella el gran Jordi Costa, que se ha quitado de encima veinte kilos y se ha echado veinte años. Y también lo hizo Alaska, que se quejó de la reivindicación de los artistas en los premios. Así de mal ha envejecido la mexicana, musa de sujetos como Esperanza Aguirre o Jiménez Losantos.
12- La Masterclass
La Masterclass es una sección donde supuestos genios nos darán una clase en cinco minutos. Pero el estreno no pudo ser peor, ya que Alaska llamó a su amiguete David Delfín, incapaz de encadenar tres palabras seguidas sin trabarse. ¿Qué coño nos va enseñar este tipo que vive de la tontería, este pájaro que se cree vanguardia y que aporta cero a la cultura española? Vendimiando lo querría ver yo.
13- El cebo

El cebo del programa en su estreno fue un sketch donde Alaska y Segura parodiaban un clásico del cine. Pero la estúpida parodia de Lo que el viento se llevó fue antológica. Y ridícula.


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