Los trece errores de Alaska y Segura; el programa de la tontería y el postureo







TVE estrenó el pasado lunes Alaska y Segura, que aterrizó patinando con un ridículo 6% de share. Aquí van los trece errores más graves de este insípido late-show:

1- Sin presentadores no hay paraíso 

Está claro que Segura funciona como colaborador. Lo ha hecho en El hormiguero o en Tu cara me suena. Pero de ahí a que pueda presentar un programa media un abismo. Y menos al lado de Alaska, que también funciona como complemento, pero nunca como plato principal. El programa necesita un presentador que oriente ese rancho heterogéneo y esa papilla que no hay por donde cogerla.

2- Los enchufados 

Parece ser que a Segura y Alaska les dieron como privilegio enchufar a dos pájaros por barba. Y lo han hecho. El creador de Torrente ha colocado a Bigotes y Dientes, dos humoristas dignos del patético Sabías a lo que venías que presentó en la Sexta. Y la musa de la Movida ha colocado a Pepino y Crawford, dos pájaros que hacen como que ponen música y dan color. Lamentable.

3- Los reyes del postureo

El postureo es atribuible a Alaska, la reina del postureo y la superficialidad. Tal y como vimos en MTV, la cantante es de esas que les gusta aparentar. No hay que ver más que el mamarracho con el que está casada, que es el típico raro de pueblo que salta a la ciudad y ahí se cree lo más. Por eso le gusta más la cámara que a un tonto un lápiz.

4- Los entrevistados

Confiar la primera entrevista a Carmen Maura evidencia que los responsables del programa tienen poca idea de televisión. La entrevista fue plomiza, no como la que le hicieron a Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla, que en realidad no fue tal, porque fue solucionada con un triste gag.

5- ¿Qué coño pintan?

¿Qué coño pinta un duelo de gallos del hip hop, un tipo echando fotos, cien tipos bailando mientras inundan el plató y un desfile de moda con los amanerados hombres Matrix de David Delfín, más repetitivos que los corazones de Agatha?

6- Enredados

Las redes sociales están bien para los programas que funcionan y dejan un rinconcito a sus fans. Pero un programa que acaba de estrenarse no puede volcarse en el Twitter; que si tenéis que comentar, que si tenéis que mandar fotos, que si tenéis que votar, que si hemos invitado a un tío que lo siguen nosecuantosmil, etc.

7- Sin ritmo 

El programa se hace lento y largo. Contó una vez Santiago Segura que cuando le enseñó a Guillermo del Toro el primer montaje de Torrente 2 el mexicano le respondió: "Gordo cabrón, obra maestra. Sobra media horita". Pues eso, que sobra media horita, porque el directo está muy bien pero si la cosa no funciona es muy peligroso. La tijera a veces es necesaria.

8- Sin los directores apropiados 

El programa está dirigido por dos genios; Santiago Tabernero, ex creador de Versión española, de la maravillosa marcianada Carta blanca y de la deslumbrante película Vida y color; y Fran Llorente, el jefe de informativos de la etapa más plural y de la más premiada de TVE, que ahora ha sido enviado a galeras por la chusma sectaria y miope del PP. Pero los dos no hacen un buen director de entretenimiento. Grave error.

9- El guión como aliado, no como camisa de fuerza 

Entre los presentadores hubo este pasado lunes un exceso de guión. No tiene mucho sentido hacer un programa en directo y prohibir la improvisación. Ahí Segura podría dar cierto juego, pero es castrado por el guión, que encima no era para echarle muchas flores.

10- Sin sketches 

Un programa de humor sin humoristas, con permiso de Bigotes y Dientes, dos humoristas ridículos que solo le hacen gracia al escatológico Segura, no puede  permitirse no tener un cuadro de humoristas, ni reporteros dicharacheros, ni secciones de humor en sí. Fallito. Segura debería haber recordado a El peor programa de la semana, espacio en el que colaboró, que confiaba su suerte a los sketches irreverentes.

11- La tertulia no aporta nada 

La primera tertulia la confiaron a hablar sobre los Oscar, pero el asunto tampoco ayudó al programa. Destacó en ella el gran Jordi Costa, que se ha quitado de encima veinte kilos y se ha echado veinte años. Y también lo hizo Alaska, que se quejó de la reivindicación de los artistas en los premios. Así de mal ha envejecido la mexicana, musa de sujetos como Esperanza Aguirre o Jiménez Losantos.

12- La Masterclass

La Masterclass es una sección donde supuestos genios nos darán una clase en cinco minutos. Pero el estreno no pudo ser peor, ya que Alaska llamó a su amiguete David Delfín, incapaz de encadenar tres palabras seguidas sin trabarse. ¿Qué coño nos va enseñar este tipo que vive de la tontería, este pájaro que se cree vanguardia y que aporta cero a la cultura española? Vendimiando lo querría ver yo.

13- El cebo 

El cebo del programa en su estreno fue un sketch donde Alaska y Segura parodiaban un clásico del cine. Pero la estúpida parodia de Lo que el viento se llevó fue antológica. Y ridícula.







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