Un ex de Intereconomía estalla y acusa de "ludopatía" y "corrupción" a José Antonio Sánchez, el presidente de RTVE elegido por el PP







Así se despacha Enrique de Diego desde Alerta Digital contra José Antonio Sánchez, Presidente de RTVE, al que acusa de "corrupción" y "ludopatía":

En esta España degradada de Mariano Rajoy, todo vale, como que al frente de RTVE, en la presidencia, esté un personaje romo y mediocre como José Antonio Sánchez quien, en sede parlamentaria, ha reconocido que es un corrupto. Nunca pensé, la verdad, que una nulidad tan absoluta llegara a ocupar puestos de relevancia nacional: así le van a España y a los españoles.
José Antonio Sánchez llegó al Abc desde la agencia Efe de la mano de Luis María Anson. Siendo yo jefe de la sección política de Abc, el tal Sánchez, gaditano de San Fernando, cubría la información parlamentaria. Nunca estuvo propiamente a mis órdenes porque siempre estuvo de manera directa a las de Anson, como se ha visto después, para compartir negocios sucios ese par de corruptos sin moral alguna.
Sánchez era y es un hombre sin cultura, que escribía con los pies y cuyas crónicas eran un simple mercadeo sectario al servicio de Alianza Popular, pues corría el año 1983, y luego del PP. Tenía cierto, no mucho, gracejo andaluz e iba a lo que iba, en este sistema de casta corrupta. Sale en la lista de Luis Bárcenas con dos cobros en dinero negro, uno de 800.000 pesetas, en 1994, y otro de 300.000 pesetas, en 1995; una cantidad bastante apreciable para la época.
Este vulgar chorizo ha reconocido su latrocinio en sede parlamentaria sin que haya pasado nada, en la sesión de control como su nombramiento como presidente de RTVE. Lo que dijo este tarugo militante es que, en efecto, había cobrado esas cantidades, pero que se debían a trabajos realizados para el PP de los que tenía conocimiento y había consultado Luis María Anson. Incluso en una república bananera un personaje así no estaría en la vida pública. Aquí preside una televisión y una radio estatales.
Al hacer esa declaración tan chusca entendí sus numerosas ausencias de la redacción, siempre a las órdenes de ese gran corrupto irrestricto que es Anson, sólo superado por su amo, Juan Carlos Borbón. Si bien, en realidad no hacía otros trabajos para AP-PP que poner su garbancera pluma a su servicio y, por ende, eso no justificaba su abrumador absentismo, sino otra cuestión bien distinta, una adicción que provocaba numerosos quebraderos de cabeza a su atribulada familia.
Ludópata compulsivo
José Antonio Sánchez tenía, en aquellos entonces, una afición compulsiva al juego. Era fácil verle por los bares pegado a las tragaperras y, al parecer, también se escapaba y pasaba jornadas en el Casino de Torrelodones. Eso hacía que a veces su familia se las viera y se las deseara para llegar a fin de mes, pues, lógicamente, solía perder. El lector podrá comprender la degeneración a la que ha llegado España hasta el punto de que un personaje de esta calaña haya gestionado “empresas” como TeleMadrid y RTVE por dos veces. Si algo no tenía el tal Sánchez era capacidad de gestión, ni tan siquiera era capaz de gestionarse a sí mismo, aunque sí de hacerlo de una manera rastrera y abyecta.
El amigo maletines de Zaplana
Entre tragaperras y casino, Sánchez tuvo tiempo para convertirse en servil y adulador cortesano de José María Aznar y Eduardo Zaplana, en unos niveles insufribles incluso para los estómagos más toscos. Con Zaplana tenía una conexión en Benidorm, pues Sánchez poseía allí un pequeño apartamento.
En la historia del transfuguismo, Zaplana y Benidorm ocupan una posición estelar. Zaplana se quedó en la oposición por un solo concejal y pronto empezó a buscar la forma de comprar voluntades, hasta que se prestó a ello una concejala socialista, a la que hubo que buscar refugio durante los días previos al pleno de la votación, para alejarla de las legítimas presiones de sus compañeros, y Sánchez, el mamporrero dispuesto, la refugió allí.
Luego fue también Sánchez el que acompañaba a El Pocero por la sede de la Caja de Ahorros del Mediterráneo para conseguir los multimillonarios créditos que nunca se cobraron para su sueño manchego, que fue una de las causas de la quiebra final de la CAM, tras el brutal saqueo a la que le sometieron los peperos, mientras eran, al tiempo, los más crueles y despiadados en los desahucios con la pericia de un desalmado procurador, Emigdio Tormo Rodenas. Dice Zaplana que él no ha salido en ningún caso de corrupción, aunque ha salido todo su entorno sin excepción. Cuando salga, que saldrá, irá de la mano junto con José Antonio Sánchez, el de los maletines.
Siguiendo consignas como un sicario
Sin cultura, sin lecturas, sin la más mínima idea de periodismo, ludópata compulsivo, Sánchez siempre ha tenido claro que debía perder al dominó con Aznar y seguir como un sicario cualquier consigna que se le diera. Y así, un hombre que reconoce su corrupción personal en sede parlamentaria, sin que pase nada, ha ocupado la presidencia de TeleMadrid para hacer el juego sucio al PP y, de paso, primar a Telefónica Broadcast Services, porque el PP en uno de sus intermedios lo colocó en esa infecta cloaca de la casta que es Telefónica, de la que es director general en excedencia, donde cobraba un pastón por no hacer nada, salvo dar paseos por Gran Vía. Antes, en el 2002, fue director general de RTVE con el loco de la burbuja inmobiliaria, José María Aznar, y ahora lo ha vuelto a ser para actuar sin vergüenza de comisario político, ahora que esa mafia en que ha devenido el PP ha entrado en pánico.


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