Vasile se hace transversal y le entrega Un tiempo nuevo al PP







A Jordi González no le quedó más remedio ayer que desmentir que él iba a sustituir con un nuevo show a Un tiempo nuevo, noticia que había adelantado el magazine Arucitys de 8 TV. Es cierto que a nadie le había extrañado la cancelación, porque Un tiempo nuevo no ha llegado a las dos cifras en doce de sus dieciséis primeros programas, algo dramático para cualquier programa de prime-time de Telecinco.

El programa continuará al menos hasta después de las municipales de mayo, tal y como han adelantado fuentes próximas a la cadena, pero es indudable que Paolo Vasile, consejero delegado de Mediaset, ha "entregado" el programa al PP en las últimas semanas.

"La carrera política" de Vasile

Desde que Vasile llegó a nuestro país en 1999, el directivo italiano ha tenido que capear en múltiples ocasiones las presiones del poder político. Le ocurrió bajo el Gobierno de Aznar, para el cual sacrificó en el 2000 a Luis Fernández, artífice de la modernización de los Informativos Telecinco, como jefe de los mismos. Dos años después, también con presiones políticas de por medio, fue cancelado Caiga quien caiga, que no gustaba en Moncloa. Solo se salvó bajo su paraguas Sardá, tal y como reconoció el creador de Crónicas Marcianas.

En las dos legislaturas de Zapatero, el Presidente democrático menos intervencionista con los medios, hubo pocos sacrificios políticos, aunque Vasile sí reconocería las presiones de la Casa Real sobre programas como Pecado Original o Aquí hay tomate, que fueron posteriormente cancelados en medio de grandes brumas. Y en la legislatura de Rajoy, Vasile también ha sufrido evidentes presiones desde Moncloa, algo que no extrañó al italiano, que se esperaba una pinza entre Rajoy y Lara, su supuesto empresario afín. Las primeras no tardaron en llegar; primero fue el enfado del Gobierno con El gran debate de Jordi González, que llegó a leer la noche del 18 de enero de 2013 las presiones que venían de Génova.

El enfado del PP con el show político no era nuevo, por lo cual Vasile había nombrado siete meses antes a Pilar García de la Granja, periodista cercana a Génova, adjunta a la dirección del programa. Pero ni por esas, y es que el programa cayó en agosto, consiguiendo Rajoy lo que no había podido hacer ni un boicot de anunciantes; la cabeza de Jordi. Hasta que la cancelación se decidió, Vasile intentó un acercamiento del programa con Rajoy, al que defendió en mayo de las acusaciones de Aznar desde Antena 3. Las rencillas entre Lara y Rajoy eran evidentes, y Vasile había decidido aprovecharse de las mismas. Dos meses después de la cancelación del programa de los sábados, Mediaset también anunció la cancelación de Te vas a enterar, programa que había emitido un escrache a Soraya Sáenz de Santamaría para enfado de Génova.

El programa que sustituyó a El gran debate fue Abre los ojos, un magazine inofensivo sin formato definido. Pero tras comprobar que el programa causaba rechazo entre la audiencia, Vasile le intentó inyectar una dosis política, en este caso fichando como copresentador a Alfonso Merlos, vocero del canal más afín con Moncloa, 13 TV. Pero el programa no logró remontar y fue cancelado meses después.

Y llegó Un tiempo nuevo 

A finales de verano, Mediaset anunció que Telecinco preparaba un nuevo show político para los sábados noche, en este caso creado por Sandra Fernández, hasta el momento directora de la Sexta Noche. Y el programa se estrenó a finales de octubre, pero desde el comienzo fue evidente el divorcio entre el estilo del programa, supuestamente elegante y fino, con la audiencia de la cadena. Además de la errática elección de tertulianos y contenidos, tampoco acompañaron las entrevistas palmeras a Cristóbal Montoro, que apadrinó el estreno, a Monago o a Pedro Sánchez. El programa, que tan solo ha destacado con contenidos más propios de programas rosas, como pudieron ser las entrevistas al Pequeño Nicolás, se ha enfrenado en público con Podemos, que curiosamente es el partido estrella en Las mañanas de Cuatro, producido también por Mandarina y emitido por Mediaset.

El sábado pasado el programa intentó volver a la senda de la política con una entrevista crítica a Tania Sánchez-Melero, que estuvo impecable pese a la encerrona que le había preparado el programa, con Isabel San Sebastián y Jaime González, miembros del ala dura de la derecha mediática, tratados como estrellas en plató y aplaudidos tanto que parecía que los iban a sacar a hombros.

Este sábado Un tiempo nuevo ha anunciado que entrevistarán al director de El Nacional, que es el periódico más crítico con el Gobierno venezolano. La intención de esta entrevista es evidenciar los lazos pasados entre Monedero y Chávez. Es decir, que Un tiempo nuevo demuestra una vez más de su distancia con el público español, pendiente de los casos de corrupción gubernamentales, y es por ello que quiere linchar a Podemos, mientras Vasile se vanagloria de su relación con Rajoy, al que hace poco masajeó Piqueras, mientras los nubarrones del Gobierno-las multas de competencia, la quita de licencias o la vuelta de la publicidad a TVE- parecen alejarse.

Paolo quiere ser ahora transversal, como decían que era Lara, con una vela a Podemos llevada por Cintora, otra al PP llevada por Barneda, y otra al PSOE, cuyo estandarte lleva Jorge Javier Vázquez y el grupo de Sálvame, que desprecian a Podemos mientras alaban a Sánchez, incluida en la torpe destitución de Tómas Gómez.






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