La Sala de lo Civil del Tribunal Supremo aprobó ayer por unanimidad cerrar la guerra del fútbol en favor de Mediapro, que aun así es derrotado en los juzgados con un pescozón menor; la empresa de Roures deberá pagar 32 millones de euros más intereses a Prisa, cantidad lejana a los 320 millones que reclamaba Cebrián, e incluso a los 105 millones que puso Mediapro en fianza.
Esta derrota moral, que deja a Prisa sin otros 300 millones de euros, es el enésimo golpe al grupo liderado por Cebrián, que ve con frustración como la CNMC no se pronuncia sobre la compra de Telefónica de Canal +, que daría 750 millones de euros a Prisa, todo un balón de oxígeno.
Estos problemas han llevado a Prisa a verse obligados a vender el 5% de las acciones que todavía tienen de Mediaset, tal y como revela El Confidencial Digital, operación por la que Prisa obtendría alrededor de 200 millones de euros.
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