A Vasile no le tiembla el pulso; la rentabilidad por encima de todo







Le habrá dolido especialmente a Paolo Vasile la ruptura con Risto Mejide. Y es que el publicista se prestó antaño como cómplice de los macabros juegos del italiano, en este caso en una particular guerra entre el consejero delegado y Mainat y Cruz, que finalmente se vieron obligados a salir de la productora que fundaron, Gestmusic.

Desde entonces Vasile había confiado en Mejide en varias ocasiones; primero le encargó un show a la medida del personaje, G20, y después lo fichó para remontar Tú sí que vales, cosa que consiguió.
También lo hizo su último encargo, Viajando con Chester, que se había mostrado como el antídoto perfecto contra el triunfante Salvados, que aunque no nos estemos dando cuenta está marcando una época en televisión.

Vasile, al que ya no le tembló el pulso a la hora de no renovar a Pablo Motos, estrella de Cuatro, a Karlos Arguiñano, estrella de las mañanas de Telecinco, y a la Fórmula 1, su ojito derecho, ha tenido que volver a hacerlo. Todo por colocar la rentabilidad por encima de todo. Seguramente Vasile esperaba de Mejide la docilidad de Sandra Barneda o Emma García, que han entendido o no les ha quedado más remedio que debían renovar a la baja. Pero Mejide no ha entendido el asunto, porque seguramente Vasile haya pensado que no puede pagar como una estrella a un señor que hace un programa en Cuatro que ha marcado un 9%, estupendo pero insuficiente para ser considerado la estrella del canal, y por lo tanto el mejor pagado de la cadena.



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