El siniestro futuro de los digitales

En el periodo del cambio de siglo aparecieron en Madrid una veintena de digitales, la mayoría a la sombra de periodistas de renombre de la radio o el papel, como pueden ser Antonio Herrero, Enric Sopena, Fernando Jáuregui, Alfonso Rojo, Enric Sopena, Jiménez Losantos o Jesús Cacho. La mayoría nació con una marcada ideológia, en especial El Plural, con clara sintonía a Ferraz, que impulsó el lanzamiento como contrapeso de la mayoría conservadora de los periódicos de internet, o Libertad Digital, un medio que según Jesús Cacho "no fabrica información, solo coge una noticia de agencias y le da un titular de extrema derecha". Quizás el medio con mayor éxito del momento ha sido El Confidencial, periódico que factura más que algunos diarios en papel y en el que trabajan más de cien personas, gracias entre otras cosas al fichaje de Cacho de periodistas de renombre en todos los campos-Federico Quevedo, José Antonio Zarzalejos, Antonio Casado, Javier Gómez Matallanas o Paloma Barrientos-. Gracias a periodistas de renombre impulsó un diario trasversal que se ha comido la tostada a los tigres del papel en algunas exclusivas históricas como la abdicación del Rey, ya con Cacho con fuera del portal tras su enganchona con su socio, que desembocó en el nacimiento de Voz Pópuli, donde el director ha seguido el mismo patrón, reforzando al digital con periodistas de la talla de Francisco Mercado, recién aterrizado desde El País, donde no tenía, según él, la libertad para investigar sobre el PP o Podemos.
Vean aquí la clase magistral que dio Cacho hace tres años y medio en Barcelona sobre los medios digitales:

Los digitales, heridos de muerte tras la tasa Google, que finalmente no sabemos cómo se aplicará, traerá más precariedad y el cierre de algunos de ellos-El Imparcial y Estrella Digital ya han pasado por esos trances-. El periodismo digital se irá al nicho, al autonómo escribiendo un blog especializado desde su casa, ya que es duro decirlo, pero no hay hoy en día mecanismos servibles para rentabilizar el millonario tráfico de los digitales, porque los clicks por mil son una auténtica estafa. Veremos si Pedrojota, que con su Orbyt demostró que es difícil hacer pagar por la red, puede rentabilizar su nuevo El Universal, que al carecer de ideología como todos los medios de Pedrojota, tendrá complicado tener el muro de pago que funciona a medias en El Diario o en Infolibre. Lo hará escudado por su hija y yerno, además de por algunos sabuesos de la investigación como Eduardo Inda, con cuyas informaciones dosificará las bombas en su particular guerra de ego y poder.