El Gobierno del PP ha tocado a rebato. Sabe que encara un año electoral y ha decidido maquillar el desastre de los tres últimos años con el maquillaje del IRPF, compensado por la Ley mordaza, una ley franquista que prohíbe la protesta social. Es por ello que el PP ha decidido lanzar las campanas al vuelo y anunciar que la crisis es cosa del pasado, obviando la precariedad y los recortes sociales que se han instalado entre nosotros, que convivirán unos años más si los ciudadanos no deciden cambiar el Gobierno.
Pese al año impredecible que llega, Rajoy ha decidido que la crisis ha acabado. Y lo ha hecho de forma tan convincente que ha contado con el apoyo de la prensa económica al alimón. Una prensa dominada por los capos del Ibex para los que legisla Mariano. Una prensa que vive en parte de la publicidad institucional que paga Mariano con nuestro dinero. Una prensa que sobrevive cual intrépido funambulista gracias a la refinanciación de los bancos rescatados por Mariano. La idea es vender la moto, cuando la mercancía se puede calificar de pescado podrido. La prensa libre, tal y como observamos, no se encuentra en su mejor momento.
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