Anoche Intereconomía estrenó la enésima etapa del Punto Pelota, formato con el que Pedrerol tocó el cielo. Los que seguimos habitualmente las tertulias deportivas nos encontramos con un experimento chosco y con un formato que hace aguas, principalmente porque el deporte es lo que menos parece interesarles a los responsables del programa. Además, el nuevo Punto Pelota arranca con un lastre añadido, que es la falta de los derechos de las imágenes de la Liga, que anoche fueron sustituidas por una colección de chicas exuberantes, bautizadas como "Los ángeles de Alonso", en referencia a Caparrós, que vuelve a la televisión con un formato donde no se le ve demasiado cómodo.
El espacio arrancó con el presentador lanzándose desde una avioneta. Después, el propio presentador, sano y salvo en plató, dio paso a la primera tertulia, donde reinó el polémico Kiko Matamoros, acompañado por Juan Gato, Fernando Ballesteros y Ilaria Mulinacci, una espectacular rubia italiana, que hay que decir que controlaba bastante sobre el tema futbolero.
Después de arrancar la tertulia, Caparrós dio paso a una colección de despropósitos inimaginables; que si un grupo similar a Los del Río cantando la nueva sintonía, bastante cutre por cierto; un atribulado editorial leído por José Antonio Fúster, al que le colgaba la etiqueta de la chaqueta que estrenaba; un reportaje sobre la anciana al que el Rayo Vallecano ha salvado del desahucio; una conexión vía Skype con un periodista de Barcelona al que apenas le dejaron hablar; y el paso a las redes sociales, con María Morán, la segunda exuberante chica de la noche, que no la última, como voz de los tuiteros.
Entre medias, montaron un manido debate sobre si es mejor Messi o Cristiano, donde la voz ronca de Matamoros dominó el gallinero. ¡Qué originales! Si que lo fueron en meter a un dj pinchando música en directo; en llevar a una chica que hace toques en la Calle Preciados, que consiguió tocar veinte veces la pelota sin caerse al suelo; y en montar una partida de Play Station con dos aficionados en plató, seguramente como homenaje al patrocinador, que es una tienda online de videojuegos.
El estreno lo remató un intrascendente vídeo de Marta Riesco, ex reportera de Pedrerol, cebada como la estrella del programa: "Un ángel rubio que ha revolucionado todos los vestuarios del fútbol español", decía el presentador. ¿Lo diría porque el año pasado en la prensa rosa se publicó su lío extramatrimonial con Benzema? No creemos. Lo que sí que creemos es que el nuevo programa tiene tres errores fundamentales; primero, el presentador, Alonso Caparrós, no controla nada sobre fútbol, por lo que no es capaz de añadir mordiente al debate. Segundo, el horario-nueve de la noche- es un error, porque por ejemplo hoy y mañana se las verán contra la Champions. ¿Qué aficionado al fútbol dejará de ver al Madrid o al Barça para sintonizar Intereconomía TV? Y el tercer error es por un lado no tener las imágenes de los goles y por el otro el exceso de "floreros femeninos". ¿Machista? Ni hablar. Machistas son los que utilizan a estas señoritas, a las que visten con diminutos pantaloncitos, para llenar de carne la televisión. Entre las notas positivas del programa hay que destacar el alto ritmo imprimido por los responsables del programa, que consiguieron que la hora escasa de programa se pasase volando, y el descubrimento de alguna cara prometedora. Pero bueno, éste solo fue el estreno. Habrá que darle tiempo...
El espacio arrancó con el presentador lanzándose desde una avioneta. Después, el propio presentador, sano y salvo en plató, dio paso a la primera tertulia, donde reinó el polémico Kiko Matamoros, acompañado por Juan Gato, Fernando Ballesteros y Ilaria Mulinacci, una espectacular rubia italiana, que hay que decir que controlaba bastante sobre el tema futbolero.
Después de arrancar la tertulia, Caparrós dio paso a una colección de despropósitos inimaginables; que si un grupo similar a Los del Río cantando la nueva sintonía, bastante cutre por cierto; un atribulado editorial leído por José Antonio Fúster, al que le colgaba la etiqueta de la chaqueta que estrenaba; un reportaje sobre la anciana al que el Rayo Vallecano ha salvado del desahucio; una conexión vía Skype con un periodista de Barcelona al que apenas le dejaron hablar; y el paso a las redes sociales, con María Morán, la segunda exuberante chica de la noche, que no la última, como voz de los tuiteros.
Entre medias, montaron un manido debate sobre si es mejor Messi o Cristiano, donde la voz ronca de Matamoros dominó el gallinero. ¡Qué originales! Si que lo fueron en meter a un dj pinchando música en directo; en llevar a una chica que hace toques en la Calle Preciados, que consiguió tocar veinte veces la pelota sin caerse al suelo; y en montar una partida de Play Station con dos aficionados en plató, seguramente como homenaje al patrocinador, que es una tienda online de videojuegos.
El estreno lo remató un intrascendente vídeo de Marta Riesco, ex reportera de Pedrerol, cebada como la estrella del programa: "Un ángel rubio que ha revolucionado todos los vestuarios del fútbol español", decía el presentador. ¿Lo diría porque el año pasado en la prensa rosa se publicó su lío extramatrimonial con Benzema? No creemos. Lo que sí que creemos es que el nuevo programa tiene tres errores fundamentales; primero, el presentador, Alonso Caparrós, no controla nada sobre fútbol, por lo que no es capaz de añadir mordiente al debate. Segundo, el horario-nueve de la noche- es un error, porque por ejemplo hoy y mañana se las verán contra la Champions. ¿Qué aficionado al fútbol dejará de ver al Madrid o al Barça para sintonizar Intereconomía TV? Y el tercer error es por un lado no tener las imágenes de los goles y por el otro el exceso de "floreros femeninos". ¿Machista? Ni hablar. Machistas son los que utilizan a estas señoritas, a las que visten con diminutos pantaloncitos, para llenar de carne la televisión. Entre las notas positivas del programa hay que destacar el alto ritmo imprimido por los responsables del programa, que consiguieron que la hora escasa de programa se pasase volando, y el descubrimento de alguna cara prometedora. Pero bueno, éste solo fue el estreno. Habrá que darle tiempo...
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