El ébola llena portadas de prensa y horas de radio y tele, mientras nosotros agitamos la psicosis colectiva desde las redes sociales. Es decir, que los medios abusan de la alarma social-como antes hicieron con las "vacas locas" o "la gripe del pollo"-, nosotros cooperamos con la causa y unos pocos se enriquecerán con las vacunas. Un negocio lucrativo para unos pocos, mientas la sociedad se sugestiona ante la falta de recursos lingüísticos del Ministerio de Sanidad, que ha puesto en riesgo a millones de personas en un torpe intento de campaña promocional gracias a los misioneros, con la intención de compensar al votante católico por la decepción que ya barruntaban éstos sobre el aborto.
La otra visión sobre el tema
El exceso de ruido no nos deja pensar. Por eso solo lo pueden hacer los que no están contaminados de morralla mediática. Fue el caso ayer de un profesor de filosofía, que ayer me contó apoyado en la barra de un bar su extraño punto de vista: "El caso del ébola en Madrid tiene una parte positiva en la que nadie ha reparado". Yo me quedé asombrado ante semejante aseveración y le pregunté por la razón en cuestión; "Lo positivo del tema es que ha llegado a Europa acomodada. Eso quiere decir que falta menos para que se descubra la vacuna. Pasó algo parecido con el sida, que circuló libremente en África durante años dejando millones de muertos, y solo fue frenado cuando los homosexuales occidentales comenzaron a morir". Joder, que visión tan brutalmente fría desde el punto de vista "ombliguista"-ya saben que un muerto en Murcia abre telediarios y mil muertes en Sudán cierran la sección de internacional durante veinte segundos-. Pero también, que visión tan terriblemente humanista. Y claro que lo que le ha pasado a la pobre enfermera es una desgracia, pero también ya está bien que el ser humano occidental, con el confort que da sentirse en un espacio impermeable de sustos cotidianos. Ésos "sustos" que han arrasado ciudades durante siglos, y esos sustos por los que nos interesaremos cuando pasan por delante de nuestra casa. Mientras pasen "ahí abajo" nos importarán bastante menos. Amén.
Hace muchos años, desde que tengo uso de razón (alrededor de los años 80) que dan de vez en cuando reportajes y documentales sobre el ébola en televisión y revistas. Los del gobierno debían estar opositando o trepando en las juventudes del partido.
ResponderEliminarParecían películas de miedo, de las que luego no duermes: que si la contagiosísima enfermedad del vómito negro, que si sangras por todos los agujeros del cuerto... Hace años se hablaba de más del 90% de mortalidad (ahora parecida al catarro, según dicen)
Ese filósofo pedante que dices puede irse a la mierda. No es ninguna broma, al contrario de lo que pensaban Mato y sus compañeros de deliberaciones en el consejo de ministros
Por supuesto que no es ninguna broma. Pero desde un punto de vista del humanismo global, hay que reconocer que no le falta razón. Es tan triste como cierto.
Eliminareres despreciable, si lo llega a coger algun familiar tuyo (ojalá) a ver si dices lo mismo. Basura como tu sobra en todas partes.
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