Pedro Sánchez queda retratado sobre el Chester de Risto, que superó a las entrevistas de Ana Pastor



Viajando con Chester es un auténtico lujo en televisión; una hora de entrevistas sin cortes, de charla amable, de temas interesantes, etc. Por muchos elitistas que no lo quieran reconocer, porque el programa lo producen los del "Tomate" o porque el presentador salió de un reality. Si no fuera así, El País habría fichado al publicista como articulista.

Sobre una pista de basket del Estudiantes, Mejide se las vio con Pedro Sánchez, con su eterno discurso prefabricado. Como dijo Anguita, "es un producto de márketing que no dice más que vulgaridades". El líder socialista se mostró a favor del referéndum catalán, pero que no voten. Se mostró a favor de la República, pero le gusta la monarquía. No le gustan los toros, pero no dice nada de prohibirlos. Y así durante media hora. Y además de previsible, es cobarde, porque rehuye del debate que le ha propuesto Pablo Iglesias, al que tilda de populista. Es decir, que es capaz de llamar a Sálvame y de acudir a El Hormiguero, pero no tiene bemoles de hacer un cara a cara en la Sexta Noche. Queda bastante retratado.

Pedro, líder de rebote porque Madina se puso "chulo" contra Susana, la nueva capa de maquillaje de la cleptocracia andaluza, reniega de Podemos, y le hace carantoñas a la derecha con la complicidad de los amos del IBEX. Es decir, que se deja querer Rajoy. El mismo Rajoy que posibilita la presencia de Podemos en los medios, que están hundiendo al PSOE. O sea que Sánchez es el tonto útil de la actualidad. Un aplauso por él. El PSOE se hará el harakiri como quiera, pero merecía una muerte más digna, no arrodillado ante un decrépito sistema, mientras atiza a la nueva/vieja izquierda.

El segundo invitado fue Sabina, que se quitó la fama como icono del canallismo. Contó anécdotas que ha contado mil veces, reconoció que a los 65 no cumple en el tema sexual-aunque se reconoció onanista-, dijo que Podemos no le gusta, que la cocaína le quitaba placer, que Gallardón "murió", que los antitaurinos tienen razón y que el problema de Catalunya con el idioma se lo han inventado los políticos madrileños.

Risto arrancó bien; 1,8 millones y un 10,4% de share, por el 9,1% de Ana Pastor en el debut de El Objetivo. Y la semana que viene llegan Pablo Iglesias y Pedro García Aguado, que rompió a llorar según el avance emitido ayer. Buen arranque.











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