Alfonso Ussía insinúa que Messi se dopa



El mote de "Nandrolono" que le ha colocado Alfonso Ussía, ese patético burgués que va por la vida de aristócrata venido a menos, a Leo Messi, no ha pasado desapercibido en Can Barça. Y es que el desprecio con el que habla el articulista estrella de La Razón es denigrante para el jugador blaugrana, e incluso pudiera ser calificado de insultante y hasta delectivo;

A este muchacho le sucede algo más grave que su peculiar interpretación de la melancolía. Para mí, que ya no tiene edad para seguir justificando las dosis de hormonas para el crecimiento y tanto él como sus médicos han sido advertidos de que el crecimiento ha llegado a su tope y ni una hormona más. Puede ser también que sufra de celos de Maradona.
Lo siento, pero Maradona, que es un botarate, un majadero y un clamoroso imbécil, fue mucho mejor futbolista que él, aunque en alguna ocasión tuvieran que expulsarlo del Mundial por saltar al campo en compañía de un gramo de cocaína. Sucede que Maradona es más simpático que Messi, saluda y abraza a los niños, habla por los codos y se ha forjado una personalidad indiscutible en el mundo del fútbol, aunque a este servidor de ustedes, su personalidad le produzca náuseas.

Lo que no será jamás Maradona es un cero a la izquierda, que parece constituir el objetivo primordial de Messi. El futbolista mejor pagado del mundo se ha convertido en el más caro de la Historia, porque no devuelve lo que percibe. Si busca el ejemplo contrario, ahí tiene, todavía caliente, el recuerdo y la memoria de Alfredo Di Stéfano. O más inmediato. El pundonor profesional de Cristiano Ronaldo, que se jugó las piernas hasta el último partido con el Real Madrid a sabiendas que si recaía en su lesión se quedaría sin viajar a Brasil. Otra manera de agradecer los millones que honestamente ingresa a cambio de su entrega y su calidad. Messi lo hizo. Ya no lo puede hacer.
Argentina es una nación que vive para el fútbol. Inagotable mina de talentos. Mucha pasión. El aficionado argentino perdona la mala fortuna, pero no la dejadez, la desidia. Creo haber leído que Messi llegó a la semifinal contra Holanda siendo el futbolista que menos había corrido durante el Mundial. Si sumamos su partido contra Holanda y la final contra Alemania, el premio al vago y al sobrado se lo lleva con pleno y absoluto merecimiento. Pero jamás el de Mejor Jugador del Mundial. Ese premio, en su valor de objeto, destroza su impresionante vitrina. Es de esperar que lo tire a la basura o lo esconda en el armario de objetos inservibles que existe en todas las casas. Un armario que se llena, normalmente, con los regalos de boda.
Messi tiene un gran problema. Anímico y físico. Esos vómitos no pueden reducirse a un diagnóstico forofo: -Son los nervios-. No; que se mire, que se entrene y que vuelva a correr como lo hacía dos años atrás en el Fútbol Club Barcelona, cuyos dirigentes, socios y exaltados partidarios tendrían que ser los más preocupados y avergonzados en estos momentos. A mí, particularmente, lo que le pase -que le pasa- a Messi, me la refanfinfla.









1 comentario:

  1. Pensaba que estaba muerto y enterrado en el Valle de los Caidos, en fin esperemos que no falte mucho para el feliz deceso

    ResponderEliminar