¡Qué se van los socialistas!

Entre la obra cumbre del cine ochentero español se encuentra ¡Que vienen los socialistas!, obra casposa de Mariano Ozores, que predecía el triunfo de Felipe y los suyos. Ahora el veterano director podría regresar para dirigir ¡Qué se van los socialistas!, ya que el PSOE se desangra y nadie con un mínimo de conciencia progresista les podrá volver a votar.

El problema actual del PSOE es que lleva tres años tirados a la basura. Zapatero, que resucitó al partido, se largó hace tiempo y el problema es que nadie ha recogido su testigo. Apareció como candidato transicional Rubalcaba, que se estrelló y no tuvo la dignidad de dimitir. Lo que hizo fue presentarse a un congreso y la vieja guardia logró ganarlo, ya que querían evitar algunos el catalanismo de Chacón.
Rubalcaba, cadáver político, no ha hecho oposición ni ha intentado salirse de la cuerda, apareciendo como una comparsa de Rajoy. Parecía incluso ser el Fraga de Felipe en los ochenta.

Y como el PSOE es incapaz de renovarse-ahora aparece Susana Díaz, la última capa de maquillaje de la cleptocracia andaluza-, la vieja guardia sigue incomodando a las nuevas generaciones. Es lo que ha hecho Joaquín Leguina, al que Esperanza Aguirre le puso un sueldo vitalicio. No por haber presidido Madrid, sino por atacar durante una década a Zapatero. Pues Leguina no ha tenido mejor cosa que hacer esta mañana que insultar a Nino Torre, líder de las juventudes socialistas del partido; "Ahora sale este chaval de JSE diciendo yo no sé qué historias de que lo más importante es monarquía o república, convendría que se estudiase su currículum. ¿Pero qué es esto?".
Además se ha mostrado contrario a la libertad de voto en el Congreso-"sería una jaula de grillos"-, y ha calificado a Podemos como un partido populista con el programa de Castro o Maduro. Lamentable lo de Leguina y parecido a lo de Felipe González, que apunta en sus bien remuneradas charlas que lo que debe hacer el PSOE es apuntalar el sistema con el PP. ¡Qué mal están envejeciendo algunos!