Acudía Mariló Montero a El Hormiguero y como se esperaba no pasó inadvertida para nadie. En una de esas penosas entrevistas típicas de un sujeto tan patético como Pablo Motos, que intenta compensar en la tele con su impostado sex appeal su triste vida amorosa, Mariló dio rienda suelta a la ironía sexual y entró en el juego del egocéntrico showman. Motos como de costumbre, inyecta cada vez que hay una señora o señorita de buen ver, una especie de ligoteo triste de chuleta de barrio. Para ir de guaperas hay que mejorar la media y Motos no lo hace.
Pero a lo que vamos. Mariló se rió de sí misma y de sus meteduras de pata;
"Si no soy trending topic una vez al mes me deprimo, es más, cuando lo soy voy a celebrarlo con mis amigas y nos vamos a comer."
Y empezó el cachondeo sexual entre la presentadora de TVE y el ligón valenciano-el primo feo de Rafa Mora-. Y Mariló soltó tres frases que provocaron la carcajada general;
"Yo me como un plátano todos los días."
"Ten cuidado que estoy en segundo de soltería..."
"Estoy para comerme..."
Se juntaron el hambre y las ganas de comer. Se juntaron los dos peores presentadores de televisión, premiados con un Gerardo de oro en la gala del pasado enero.
"Yo me como un plátano todos los días."
"Ten cuidado que estoy en segundo de soltería..."
"Estoy para comerme..."
Se juntaron el hambre y las ganas de comer. Se juntaron los dos peores presentadores de televisión, premiados con un Gerardo de oro en la gala del pasado enero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario