Gallardón; la caliente bragueta del meapilas




Ana Mato, siniestra Ministra de Sanidad, prepara una ley para endurecer el consumo de alcohol entre los menores. Es decir, que los que no tengan dieciocho años no podrán consumir ni comprar alcohol, aun con el consentimiento de los padres.

No sabemos qué pensarán los "peperos" que han sido cazados ebrios en los últimos años; dos diputados nacionales, el líder de Nuevas Generaciones, dos diputados autonómicos, un concejal de Santiago, un concejal de Valencia, una concejal de Tudela...

Tampoco sabemos que pensará Gallardón, que habló borracho perdido hace unos años para El Intermedio, y cuyo hijo golpeó a un vehículo, a punto estuvo de atropellar a una viandante y se fugó en estado ebrio, siendo ya el segundo hijo del Ministro de Justicia que se le ocurre el hecho de conducir bajo el estado de embriaguez.

Gallardón, que pasará a la historia como peor alcalde de Madrid-tras convertir una deuda de 1.000 millones de euros en una de 7.000 en apenas siete años y medio-, ha destacado en el Ministerio de Justicia como furibundo reaccionario, tras impulsar una patética ley del aborto. A muchos les extrañó su conservadurismo, ya que se habían tragado la propaganda de Prisa, que lo convirtió en modelo de la derecha a cambio de sustanciosos contratos.

Dicen que lo ha hecho en homenaje a su padre, José María-antiabortista-, que destacó en el franquismo por alardear de haberse pasado por la piedra a las mejores actrices de la época por ingentes cantidades de dinero-contado por Ramón Tamames, cuando a ambos los detuvieron por unas protestas estudiantiles-.
En lo de la calentura se parece a su hijo, ya que Gallardón se ha visto envuelto en varios líos de faltas. El caso más famoso fue el de Monserrat Corulla, siniestra abogada implicada en el Caso Malaya. Miguel Sebastián, entonces candidato socialista del ayuntamiento de Madrid, sacó en el debate electoral una fotografía de Interviú para preguntarle a Alberto por el tema, ya que era vox pópuli la relación sentimental que ambos mantenían,  porque las cintas de las conversaciones explícitas salieron a la luz en el caso marbellí, cuando la abogada conseguía tratos de favor en la consejería de urbanismo del ayuntamiento regido por su célebre amante.

Otra de las conquistas fue María Zurita, sobrina del Rey, de quien dice Jesús Cacho que el monarca se interpuso cuando Gallardón quería serparase de Mar Utrera y casarse con ésta. Aun así, Ministro y monarca se reconciliaron y aliaron en la conjura mafiosa para evitar que la Infanta Cristina entrase en la cárcel-magistralmente descrita en el último libro de Inda y Urreiztieta-.













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