Es un milagro que un formato tan aburrido como ¡Mira quién salta! haya sobrevivido a una segunda edición. El martes el reality de Telecinco cayó a uno de sus peores datos, tras el imponente estreno de Sin identidad, que arrasó en audiencia con casi cinco millones de espectadores, superando a los estrenos de El Príncipe o Velvet.
Los pechos y los bañadores de Maribel Sanz son lo único de lo que hablan las redes sociales, ya que la relación entre Sandro Rey y Ángela Portero no hay quien se la crea.
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