Los submarinos de extrema derecha
Los dos grandes partidos han utilizado en ocasiones a partidos de extrema derecha para limar al contrario o comprar a grupúsculos para que no se presentaran, para ganar su particular carrera por el poder omnívoro. Esta corrupción de submarinos para ganar al rival ha abundado en Andalucía y la Comunidad Valenciana, feudos y modelos corruptos del PPSOE.
En Valencia surgió hace unos años con gran popularidad España 2000, partido de extrema derecha liderado por el polémico José Luis Roberto. El auge de este partido se frenó cuando Camps y su equipo vieron peligrar la mayoría absoluta del PP en Valencia, y por ello lograron que España 2000 no se presentara a las elecciones autonómicas. Quizás tuvo algo que ver que la empresa Levantina de seguridad, propiedad de Roberto, logró tres millones de euros en contratos con la Generalitat en esa legislatura. Lo último que sabemos del citado partido es que creó una ONG donde reparten comida y ropa solo a los españoles de cuna.
En la misma comunidad y en un caso que nada tiene que ver con la extrema derecha, Camps y los suyos intentaron utilizar la misma táctica con Antonio Asunción, caballo de troya del PSPV de la derecha, que se intentó presentar a las primarias socialistas pero no obtuvo los avales mínimos. Lo hizo porque el Banco de Valencia, controlado por el PP, le compró varias de sus empresas quebradas. Así funcionaba el PP en la Comunidad Valenciana.
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