La España pirata y el precio de lo gratis

El pasado viernes Equipo de investigación puso la lupa sobre un tema incómodo para la sociedad española; la piratería en el país de la picaresca. En nuestro país nadie quiere pagar nada si puede evitarlo. Por eso nos extrañamos cuando salimos al exterior y nos encontramos con que en Praga no hay barreras en el Metro, porque hay una concienciación colectiva de que hay que pagar por lo que se consume o nos encontramos con un dispensador de periódicos en Estados Unidos de los que puedes coger más de uno, pero solo cogen uno-increíble pero cierto-.

En España esto es imposible. Somos el país donde hay más pirateo cultural del mundo. El 9% del tráfico de internet en nuestro país va dirigido a no pagar los veinte euros mensuales por ver fútbol. Es decir, que uno de cada diez usuarios de la red está en busca de un enlace de Roja Directa. Con este sistema nos estamos cargando miles de puestos de trabajo y estamos jodiendo a los artistas. Pero eso "nos la pela". Aquí robamos con total impunidad, cuando en Francia te puedes quedar hasta sin internet en casa si te pillan varias veces pirateando. Aquí nuestra excusa es que los discos o ir al cine es caro. Lo decimos cuando tenemos "los cojones" de pagar diez euros por un cubata, de pagar 200 euros por ir al Bernabéu o de pagar 500 por ir a comerle las babas a esa mentira llamada Ferrán Adriá.

La impunidad con la que cuentan los piratas es lamentable. Tienen la ley a su favor, pero nunca tendrán la ética, por mucho que algunos freaks insultantes machaquen por la red al que defiende los derechos de autor. Practican el comunismo y luego suelen predicar ultraderecha. Son redes mafiosas que hacen páginas de enlaces, que son legales por desgracia, y que se dedican a llevarse el dinero por el trabajo de los demás. Hunden cines-nueve de cada diez han cerrado en España en los últimos cinco años-. Hunden videoclubs-han cerrado miles-. Hunden libros-ha caído un 50% la venta de éstos-. Hunden todo, menos quizás la música, que ha encontrado la manera de financiarse mediante el directo y ha servido de plataforma para regenerar la música. Pero un director de cine o un escritor no tiene ese "directo" para sobrevivir.

Es imprescindible cambiar la ley para evitar casos españoles como el de Megaupload. Ya han ocurrido a menor escala, como es el caso de Series Yonkis, negocio que fue vendido por su fundador por 10 millones de euros. También se benefician Telefónica y otros servidores de internet, que ofrecen centenares de "megas" para que el pirata se descargue mil series y películas por minuto. Nadie paga tantos megas para entrar en el Marca o en el maravilloso blog La Mosca Mediática.

Lo dice el escritor Lorenzo Silva en el reportaje 'El Precio de lo gratis'; "El pirateo es una falta de respeto a mi trabajo. Como escritor me están despojando de mis derechos legítimos y encima se están enriqueciendo terceras personas que no han hecho nada".

Las respuestas no han tardado en llegar. El propietario de EliteTorrent ha escrito;

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