Relaño afirma que el domingo no hubo "Villarato", pero sigue con su "Mourinhitis"



Alfredo Relaño, director de AS, expone sobre el papel sus pensamientos sobre el clásico del pasado fin de semana. Mientras absuelve a Undiano de los supuestos errores arbitrales, sigue echándole parte de culpa de lo sucedido a Mourinho, que lleva casi un año fuera del club blanco;
Espurgar luego las imágenes, frotarlas hasta hacerles saltar virutas para ver penaltis u ‘off-sides’ por centímetros me parece un ejercicio exagerado. Si alguien quiere quitarte un partido no te da un penalti fuera del área, ni deja ir una jugada como la del fuera de juego de Benzema, a pase de Bale, que salvó Víctor Valdés. Si alguien te quiere quitar el partido hubiera podido pitar un penalti de Pepe a Neymar, antes que los tres que llegaron. Hubo montón de jugadas fronterizas, de las de seis repeticiones, que Undiano falló como pudo, varias veces, por cierto, mal. Pero descarto que hubiera sesgo maligno.
Venimos de tiempos turbulentos. Primero, de años en los que Messi metía un gol con la mano que por poco vale una Liga y al árbitro le daban el lunes la final de Copa. (Villarato, ¿recuerdan? ¿Escucharon a Godall?). Marchado Laporta, aquello desapareció. Pero en el Madrid dejó un poso de amargura al que lo que menos falta le hacía era la levadura de Mourinho, que varió los modos del club, le hizo victimista y con frecuencia grosero, le sacó de su óptica tradicional. Y eso ha quedado. Mourinho se ha ido, pero en cierto modo sigue metido en el Madrid. Y la consecuencia no es sólo que Casillas falte en la Liga.


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