¡Hay Liga!




Volvió a pasar anoche lo que ha ocurrido el resto de la temporada; que el gran Real Madrid decepciona los días grandes y que el decadente Barça resurge de sus cenizas en esos mismos momentos. Anoche en un disputado e igualado encuentro, que podía haber supuesto la sentencia a la Liga, la moneda cayó de lado blaugrana.



El partido comenzó con una milimétrica asistencia de Messi a Iniesta, que el albaceteño acabó fusilando al minuto seis. No fue la única vez que le cogieron la espalda a una pobre defensa blanca que hizo aguas en general. Poco después Messi cruzó demasiado en otro error de la zaga rival. Aunque por suerte para el fútbol el Madrid despertó y despertó el Bernabéu contra Benzemá por dos errores infantiles en dos remates francos. Fue el mismo Benzemá que remató a la jaula en cuatro minutos dos centros de un desequilibrante y sobresaliente Di María, en su mejor versión, que dieron la vuelta al partido. El delantero francés pudo abrir brecha tras otro centro del extremo, pero Piqué sacó un balón que se colaba.

Poco antes del descanso, una pared rodada en cámara rápida entre Neymar y Messi, fue rematada donde pastan las vacas por el astro argentino. Dos a dos y a seguir remando. Aunque aun hubo tiempo para que Benzemá volviera a dejar al estadio con la miel en los labios, tras un cabezazo que rozó el palo. El Real Madrid se fue por el gol y la ocasión con mal sabor de boca a las duchas, pero el aficionado al fútbol en general se fue tras disfrutar de cuarenta y cinco minutos de un espectáculo de primer nivel.

El empate a nervios con el que comenzó el segundo tiempo, lo desniveló Undiano, metiendo en el área un derribo de Alves a un desaparecido Cristiano, que se le volvió a echar en falta, como pasaba hace unos años-fue junto a Carvajal y Bale lo peor del equipo merengue-. CR7 marcó desde los once metros e instantes después Valdés sacó bocajarro una cuasi sentencia de Bale.

En los minutos posteriores al 3-2, el Barça comenzó a tocar para perder el miedo, y en otra genial asistencia de Messi, Neymar cayó ante la mirada de Ramos cuando el brasileño encaraba a Diego López. El central sevillano fue expulsado y muchos blancos protestan por un posible fuera de juego en la jugada y por el dudoso derribo que podía compensar el error anterior. El problema para el equipo blanco es que al 3-3 que marcó Messi, se le añadía que quedaban veinticinco minutos jugados con diez. Varane entró por Benzemá para contener y Pedro por Neymar para refrescar.

Alves mandó a la madera el posible remate de la victoria y a siete del final Xabi Alonsó arrolló a un brillante Iniesta. Messi marcó el gol del triunfo para cerrar un partido de ensueño para el astro argentino. Quizás el Madrid ha pagado la falta de miedo al crack, que había estado ausente en los últimos clásicos, con una alarmante falta de marcajes al hombre.

Tras este partido, el sufridor Atlético se coloca líder a nueve jornadas del final. Lo han logrado a base de constancia y de trabajo, que a veces pesa más que el talento o los millones. El Real Madrid seguirá dando batalla con los mismos puntos, pese a que contra sus dos principales rivales ha sacado un punto de doce y que los errores de Ancelotti son impunes para al técnico italiano porque no nació en Portugal.. El Barça del "muerto" Martino ha resucitado y se encuentra a solo un punto de la cabeza y veremos como acaba la temporada. Cuanto peor, mejor para ellos, porque así se darán cuenta de que tienen que acometer la renovación pendiente.

Mañana la prensa y las televisiones hablarán de que Busquets pisó la cabeza al "machacado" Pepe, de los errores arbitrales o de las declaraciones victimistas de Ramos o Cristiano, que darán que hablar más por sus "rajadas" que por sus discretos partidos, ya que ambos buscan exculparse en carne propia de la derrota y estigmatizar a Unidiano Mallenco, nuestro mejor árbitro.

El Madrid-Barça fue un partidazo que pudo ganar cualquiera. Quizás el empate hubiese sido más justo, pero el fútbol tiene estas cosas. Pero sobre todo, ¡hay Liga!

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