Sandro Rosell tras mentir se plantea dimitir



Sandro Rosell baraja dimitir de su cargo como presidente del Barça. La admisión a trámite de la querella interpuesta por el socio Jordi Cases por parte de la Audiencia Nacional y el consecuente desprestigio que ello puede acarrear, no solo a su persona si no al FC Barcelona, podría precipitar el fin de mandato del presidente, según ha publicado La Vanguardia.


"Sandro Rosell no descarta apartarse de la presidencia del FC Barcelona para preservar al club, en la medida de lo posible, de lo que se presume que será una larga batalla jurídica", explica el rotativo catalán, firmado por Dagoberto Escorcia y Xavier G. Luque, que insisten en la idea de que Rosell no quiere dañar la imagen del club. Sin embargo, una retirada del presidente, más que una forma de salvaguardar la imagen del Barça, sería vista como un fracaso mayúsculo de Rosell, tras retar al juez Pablo Ruz a que admitiese a trámite la querella para poder explicar toda la verdad, en un alardeo de seguridad y confianza ahora cuestionables.

La imagen de Rosell se ha visto dañada por momentos en las últimas horas, con múltiples informaciones que corroboran la existencia de operaciones paralelas al fichaje de Neymar por el Barça que hasta ahora no habían salido a la luz. La más sonada, la contratación del padre del brasileño por cinco años como cazatalentos y agente comercial del club. Ni siquiera las supuestas cláusulas de confidencialidad en que se amparó Rosell para no desvelar detalles se aguantan, después de que El Periódico de Catalunya publicase este miércoles que en varios contratos no existían tales cláusulas.

No cabe una retirada parcial

Según la citada información, Rosell piensa meditar en los próximos días su futuro al frente del Barça y consultarlo con los integrantes de su junta directiva. El dirigente barcelonista habría recibido incluso amenazas personales en relación a todo lo referido con los contratos de Neymar y se siente sometido a una presión extrema, aunque ha insistido en que no hay nada de ilegal en la operación y que todo se aclarará. Sin embargo, si no hay nada que ocultar, no se entiende este cambio de rumbo en tan solo dos días. De la seguridad del lunes a las dudas de ahora.

Rosell, cuyo mandato expira en 2016, no quiere que la imagen del Barça se pueda ver empañada si se alarga este asunto. Al parecer, pondría su cargo a disposición de los socios o de la junta directiva en el caso de ser efectivamente imputado, cosa para la que todavía pueden pasar varios meses. Los estatutos del Barça no contemplan ningún tipo de retirada parcial, así que el presidente solo tiene dos opciones: o continúa o lo deja.

Vía; Gol

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