Andreu Buenafuente ha tenido que salir al paso de las críticas recibidas en Twitter por la entrevista anoche a Kiko Rivera. El showman catalán llevó al freak para reírse de él, mientras el famosillo pensaba la entrevista iba en serio-el público ya sabía la película, ya que no paraban de soltar carcajadas a cada palabra del dj-. Las preguntas iban todas a la yugular; que si las novias de Interviú, que si quieres entrar en la copla como tu madre, que si harías un dúo con Falete...
El elitismo burgués y "progre" clásico de Buenafuente lo demostró anoche; ni sabe entrevistar, ni prepara sus programas y su carrera ha devenido en adaptar sin mucha gracia los exitosos late-shows americanos. Demostró en su salto al prime-time de Antena 3 que los métodos rutinarios del show de medianoche que él utiliza no están muy elaborados. Este funcionario del humor está mantenido en su decadencia con oxígeno artificial por algunas marcas, ya que a Atresmedia no le saldría rentable tener a un millonario que no ha querido bajar su caché en estos tiempos de crisis.
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