Noche de tensión en El Chiringuito de Nitro. Los dos periodistas venidos de Catalunya, José Luis Carazo y Carme Barceló, defendieron la postura de Rosell y dijeron que el problema del Barça no está en Barcelona, sino en Madrid. Es el tradicional discurso nacionalista del victimismo catalán, que echa toda la culpa de sus males a "Madrit". Pero también puede ser el síntoma de la molestia del periodismo barcelonés por el previsible retorno de Laporta, cuyos tintes censores se hacen notar en las redacciones blaugranas. Pero aunque así sea, los periodistas deberían poner por encima de todo la búsqueda de la verdad, y no hacer política por Rosell o hacer intentos para tapar la chapuza y la mentira del contrato de Neymar. El Barça también podría demandar a la persona que ha filtrado los documentos a Eduardo Inda.
Da bastante pena como el periodismo catalán se ha "rumanizado". La que fue la vanguardia periodística de España se ha convertido en una prensa panfletaria y caciquil que quiere tapar las corrupciones del poder para que este le recompense con el dinero de todos.
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