Nadie quiere programas deficitarios



Josep Pedrerol ha tenido problemas para encontrar acomodo a su nuevo espacio, El Chiringuito. Ha estado a punto de quedarse fuera de la parrilla un formato tan exitoso como deficitario. Si el comunicador catalán no hubiese tenido la suerte de que la Conferencia Episcopal quiere seguir invirtiendo en 13 TV, se habría quedado en fuera de juego hasta al menos la próxima temporada.




Punto Pelota era un programa que quintuplicaba la media de audiencia de la cadena donde se emitía, arrasaba en las redes sociales y era un auténtico fenómeno popular. Pero su elevado coste anual-alrededor de treinta millones de euros, repartidos a partes iguales entre presentador, equipo y derechos de resúmenes-, le hace convertirse en un formato incómodo.

Este movimiento de 13 TV es síntoma de que la cadena católica tiene asegurada una futura licencia del Gobierno, que le ahorrará a los curas alrededor de cinco millones de euros anuales-a cambio de seguir haciéndole la propaganda a Rajoy-. Si no es así, no tiene sentido que la Conferencia Episcopal siga poniendo dinero en una cadena con una audiencia baja y que ha perdido 25 millones de euros en los dos últimos ejercicios. Con el futuro ahorro de la licencia, los curas podrían soñar en un futuro cercano con el equilibrio entre gastos e ingresos.

El late-show; el formato maldito en España

A las cadenas no les interesan los programas a partir de la medianoche. No hay más que ver lo que hacen las grandes a esas horas; Antena 3 repite programas sin parar-desde Los más hasta Policías en acción-, mientras Telecinco alarga hasta la náusea sus programas-La Voz o Hay una cosa que te quiero decir-. La razón es la falta de peso de las audiencias de medianoche en la media diaria de la cadena y la falta de inversión de los anunciantes en esta franja. A esas horas abundan los spots de SMS porno, las cápsulas de teletienda o los avances del tarot. A las grandes marcas no les interesa el perfil de la gente que ve la televisión a esas horas; la mayoría gente mayor, solitaria o con pocos recursos-parados o estudiantes-. Es decir, el target que no les interesa a los anunciantes. No hay más que ver el trato de las cadenas a algunos formatos exitosos a esas horas. El que abrió el camino fue Pepe Navarro y su Mississippi, que tenía que marcar un 28% de media cuando Telecinco promediaba un 18%. Le pedían al cordobés tan elevado dato ya que era la única manera de hacerlo rentable. Ese dato alto obligado fue la razón de Vasile para cerrar Crónicas Marcianas cuando Sardá dijo adiós. En Cuatro cancelaron Noche Hache porque tampoco lo rentabilizaban, aunque duplicara algunos días la media de la cadena. Y Buenafuente ha tenido que traer anunciantes bajo el brazo para que le dejen volver a la Sexta.

La Mosca Mediática


1 comentario:

  1. Vaya ostion te has dado con puntopelota jajaj Nitro colega.

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