La decadencia rosa de Ana Obregón



Con un posado veraniego patrocinado nos volvíamos a encontrar con la Obregón, musa de los ochenta y noventa y famosa por sus mentiras y sus fantasías-"Tengo un proyecto en Hollywood" o "Voy a rodar una película" eran trolas habituales de la bióloga más famosa de España-.

Las portadas que acaparaba la actriz en el pasado han sido sustituidas por indiferencia. Ana ha dejado de interesar desde que Darek la dejaba por una amiga. La Obregón nos ha dejado algunos de los mejores momentazos de nuestra tele; sus peleas con Victoria Beckham-"Barbie de geriátrico", dicen que la llamó-, su llamada a una banda latina para que le rompieran las piernas a Cantizano-solo a ella se le puede perdonar tanta hijoputez- o sus interpretaciones en algunas de las peores series de la historia-Ellas y el sexo debil, Ana y los 7 o Hostal Royal Manzanares-.

Hace año y medio nos demostró que quería volver al candelero con un patético libro lleno de anécdotas falsas; que a Franco le tiró una gamba, que insultó a un presidente del Gobierno, que Julio Iglesias lo rescató de una comisaría en Estados Unidos porque la confundieron con una prostituta o que el Rey Juan Carlos la llamó-esa última puede que sea verdad-.

Pero hay una anécdota de la Obregón que es verdadera, y aún más cabrona que la famosa llamada de Cantizano; sucedió cuando Ana sufrió una amenaza terrorista. Y entonces a la actriz no se le ocurrió mejor cosa que obligar a su asistenta ecuatoriana a arrancarle el coche todas las mañanas por si explotaba. Impresionante. Tamaña inconsciencia recuerda a la inolvidable Carmen Sevilla, que cuando un espectador lo llamó en el Telecupón le dijo que era paralítico, esta le respondió que "bonita profesión".

1 comentario:

  1. Inmejorable artículo que me ha costado terminar por la interrupción de las carcajadas... jajajaja.... Vaya tela con la Obregón... jajajaja

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