La comida basura veta a la telebasura-y la hipocresía de Noemí-



El patético boicot de un grupúsculo de extrema derecha contra Campamento de verano ha dado resultado con un ridículo protagonista; Burger King ha retirado oportunistamente la publicidad de su cadena de restaurantes dentro de del programa anteriormente citado. A eso se le llama campaña publicitaria gratuita. Encima ves que estos del Burger se anuncian en Sálvame o que fueron los primeros en volver a anunciarse en La Noria tras el famoso veto y se te cae el alma a los pies. Hipocresía se llama. Si eres consecuente al menos mantente firme y deja de publicitarte en este tipo de programas-aún están a tiempo, porque la publicidad en Sálvame puede que sean campañas contratadas antes del escándalo del machista baño de chocolate a Noemí-. Es verdad que este acto de Noemí no estuvo bien, pero más real es que esta chica vive de esto, que esta chica está en el programa para propiciar situaciones como esta  y a esta chica le encanta provocar-hace unos años vimos que está desequilibrada y que es una mentirosa compulsiva. Entonces dijo que odiaba Telecinco porque le había arruinado la vida y que nunca volvería a la cadena. Ahora está feliz de la vida trincando sin trabajar-. El programa es una concatenación de escándalos y Noemí vive de ellos-esta semana metieron a Víctor Sandoval; la primera noche tuvo sexo, la segunda casi se mata con Mónica Pont y la tercera apareció tras la hipócrita expulsión para enfrentarse a la actriz a grito pelado-.

Da pena el comportamiento de Burger King. Si McDonalds se anima a repetir experimento, animamos a Vasile a comprar y programar el magnífico documental Super Size Me en prime time-en esta obra se ve la mierda que le echan a los productos y como se degrada una persona que consume unos días estos productos-y lo poco que se degradan estos con el paso de las semanas gracias a los conservantes-.

Cuatro hace unos años compró el documental y lo anunció, pero las presiones comerciales evitaron su emisión. Era la primera etapa de la cadena y los de PRISA que estaban acostumbrados a vivir de sus abonados-con Canal +-, pudieron ver con sus propios ojos la realidad de la televisión comercial en abierto. Pagaron la novatada. Vivimos de la publicidad y Botín y el de El Corte Inglés mandan más que Juan Carlos o Mariano. Si Don Emilio se hubiese ido de cacería etilica-sexual aún no nos habríamos enterado.


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