Cuando baja la actualidad los de Sálvame rebuscan en el pasado para sacar temas que les rellenen las cuatro horas y pico diarias en directo.
Ahora uno de los temas más comentados en el programa los últimos días es la mentira que envolvía a Crónicas Marcianas.
Y lo curioso es que sean los ex-tertulianos del programa de Sardá los que saquen ahora el baúl de mierda del programa. Siempre se ha dicho que Javier programaba todas las polémicas que luego explotaban en las medianoches de Telecinco. Y ahora varios de sus contertulios lo confirman.
Sobre todo Mila Ximénez y Kiko Hernández. Dos personajillos que gracias a unas polémicas palabras en Aquí hay tomate y gracias a su participación en Gran Hermano ascendieron a la mesa mejor pagada de la televisión nacional.
Kiko dice que no podía dormir por las noches después de participar en los rings de la telebasura marciana. Y que le llamaban para decirle lo que tenía que decir. O sea que intentando dejar mal a Crónicas... se deja mal a él mismo, ya que se coloca como un títere o un mercenario barato para los circos de la telebasura. Si tú te dejas manejar por un programa y repites como un loro todo lo que te dictan es tu problema. Ahora no reniegues de tu pasado y nos quieras hacer creer que con tu malicia no sabías lo que hacías. Allí todos lo sabían, pero les interesaba seguir trincando. Hace un par de años el payaso mayor, Coro Matamoros, intentó redimir sus penas y pasar de la peor telebasura a la televisión filosófica en el programa de Jesús Quintero. Entonces admitió que Sardá pasaba notas a los colaboradores con lo que tenían que decir.
"Era un espectáculo bochornoso", dice Mila Ximénez. Tendría que agradecer esta supuesta señora que gracias a sus insultos a la Pantoja la fichara Sardá para que dejara de "mendigar" por Marbella. A Mila lo que le pasa es que estaba enamorada hasta las trancas de Sardá y este rodeado de jovencitas calientes pasaba del careto y de la voz cazallera de la ex-de Santana.
Moderando el linchamiento a Crónicas... estaba callado como una puta Jorge Javier Vázquez, que dejaba como un juego de niños al show de Sardá con Aquí hay tomate, el programa más sensacionalista y más mentiroso de la historia de la televisión española. Todos los días sacaban a futbolistas y a toreros del armario. Tiene mérito que un programa lleno de homosexuales-incluidos el presentador, los dos directores y prácticamente todos los reporteros- haga "outing" por la fuerza.
Jorge Javier contemplaba con asombro como Mila Ximénez decía que Sardá le obligó a admitir unas supuestas cartas de amor de la locutora Encarna Sánchez. Cuando fue la basura que presentaba Jorge Javier la que sacó esas cartas "falsas".
También se mete Mila con Sardá porque muchas veces le han echado en cara que admitiera en una noche de Crónicas... su relación sexual con Encarna.
En el programa además han aprovechado para sacar el pasado polémico de Jesús Mariñas, y han elaborado un vídeo sobre lo "blando" que se muestra en su nueva función en Sálvame.
Les jode a los del Sálvame haber fichado por una pasta al periodista más lenguaraz del país y que venga de buenas. Si él quiere ser un periodista más sin polémicas desde el programa se le incentivaran guerras para ponerlo en el centro de la diana. En Sálvame casi nadie está a salvo. Todos cuentan los problemas personales de todos.
Solo se le respeta a Jorge Javier. De él ni una palabra sobre sus problemas de hacienda-cuando cobra tres millones de euros anuales y tiene un "pufo de casi 800.000 euros- o la demanda que recibió de la ex-directora de su escuela de canto, Raquel Soto, que fue despedida por los problemas que tuvo con Francisco, el novio del presentador que ahora se ha convertido con malos modos en el nuevo director del Liceo de la voz.
El problema que tiene Jorge es que Raquel tiene parte de las participaciones de la empresa y que encima tiene el nombre de la escuela registrado.
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