La sorpresa primaveral MasterChef-y la novia de Jordi Cruz-



MasterChef ha conseguido convertirse en uno de los éxitos de 2013. Tiene mérito al ser un reality blanco y familiar que no cae en estridencias ni polémicas. Un programa que no necesita concursantes freaks sobreactuados ni clichés. Ni tampoco jurados cañeros que humillan a los participantes.
Un show de dos horas con un montaje brillante que nos demuestra unas competiciones emocionantes. Ayer la expulsada fue la veterana y entrañable Maribel, que emocionó a todos con su despedida. MasterChef se estrenó el 11 de abril con un pobre 11% de share-como cuarta opción por detrás de Hay una cosa que te quiero decir, Luna y Homeland-. Con la confianza que han recibido de TVE han superado los tres millones de seguidores y el 20% de share, llegando a barrer a la final del imperturbable Gran Hermano.
Un nombre ha sobresalido por encima de todos; el del joven cocinero Jordi Cruz, que a veces juega el rol de "poli bueno" y otras el de "poli malo".
Todas las revistas y foros especulan sobre la novia de Jordi Cruz, el chico de moda de la televisión española. Las mujeres están desatadas con este cocinero al que tildan de "sexy".

MasterChef quizás el primer éxito de la nueva dirección de Echenique, que solo ha podido mantener con buen funcionamiento algunas grandes series de la etapa socialista-Águila Roja, Gran Reserva o Isabel-.

Las recetas de la nueva TVE son las mismas que las del PP en la casa del 96 a 2004. Ha vuelto el control político-tras cargarse a Fran Llorente-, RNE vuelve a tener un perfil bajo y a los Telediarios ha vuelto el olor franquista de los sesenta con esos consejos a los parados para rezar o los consejos para que las chicas españolas lleven la falda hasta la rodilla.
A Los Desayunos en esta nueva etapa les falta la mordiente de Ana Pastor, El debate de La 1 ha quedado relegado a la una de la madrugada, el cine clásico en prime-time ha quedado apartado de la programación esta primavera, Versión Española ha desaparecido de La 1 y Letris no arranca.
Siguiendo el mismo esquema de los ocho años del PP de Aznar han vuelto a programar los testimonios-Digan lo que digan o Cerca de ti triunfaron esos años-, pero Tenemos que hablar ha tenido que ser retirado, apenas un mes después de la cancelación de +Gente.
Y siguiendo la estela del reality de OT han estrenado MasterChef-que ha asegurado la renovación de una edición junior-. Faltan Moreno y sus desfiles en ropa interior.
El problema de las tardes lo van a intentar remontar con una renovada versión de España Directo, curiosamente el programa que más fue atacado por el PP en la etapa de ZP.

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