El imperio radiofónico de Lara.

Hay desde hace tiempo un run run de mucha gente que no se cree que el Hoy por hoy de la SER sea más escuchado que Carlos Herrera-con más de 1 millón de oyentes de diferencia-.
Encuestas tan débiles como las del EGM provocan estos pensamientos. Si no existiera el fiable OJD esos mismos también pensarían que El Mundo con sus follones mediáticos y las exclusivas "Pedrojotianas" sería mucho más leído y vendido que El País.
La explicación del liderazgo es fácil. La mayoría de los españoles se declara progresista y estos solo tienen un baluarte mediático-Prisa- que les "traduzca" desde una visión progresista la actualidad.
Mientras El País por ejemplo es el único diario nacional con una línea ideológica de izquierdas, El Mundo, ABC, La Razón y La Gaceta se reparten el espectro conservador.
Con las radio pasa algo parecido. La SER es la única cadena de emisoras progresista mientras que el público conservador puede elegir entre Onda Cero, COPE, RNE, esRadio y Radio Intereconomía.
La concentración política de la izquierda en los medios beneficia desde siempre a Prisa-con Asensio o Roures como débiles opositores en los últimos treinta años-.
La multitud de medios de centro-derecha provoca que estos difícilmente alcancen el liderazgo en oyentes o difusión. Además Carlos Herrera también se le añade la dificultad para alcanzar el liderazgo la diferencia de postes entre Onda Cero y la SER.
Aunque Carlos Herrera no sea líder Lara ha conseguido gracias a Onda Cero una radio influyente, escuchada y muy rentable.
Lara intentó en un primer momento lo que han intentado muchos; asaltar la COPE y arrebatársela a los curas-también lo intentaron Vocento, Blas Herrero y Ariza, este último en menor medida-.
Los curas a Lara le "dieron cuerda" para que este creyese que iba a ser el mandamás de COPE mientras les financiaba, sabiendo ellos que la propiedad de COPE siempre iba a vestir sotana.
El Grupo Planeta fue el gran beneficiario por Aznar para quedarse con las dos joyas de los restos de la ruina del multimedia de Telefónica-la imitación del imperio Prisa con una guerra de sablazos entre las distintas familias de la derecha-.
Lara para acercarse a estos dos chollos-Onda Cero y Antena 3- entró en el accionariado de La Razón con Anson como hombre fuerte, que le "devolvió el favor" al empresario con su experiencia en las operaciones de despacho, esos círculos donde este periodista se mueve como pez en el agua. Anson se había quedado sin financiación tras el revés a Asensio-cuando MAR le "expropió" Antena 3 con amenazas y chantajes- y con solo Frade poniendo el poco dinero que decía que tenía.
Lara consiguió quedarse para Planeta a Antena 3 y Onda Cero, gracias a las gestiones de Anson y gracias a que Aznar no se fiaba-acertadamente- de Pedrojota, siempre egoísta pero que ayudó con sus investigaciones al presidente a llegar a La Moncloa-de ahí vino la brutal campaña de Pedrojota contra Alierta. El periodista riojano se creía que se lo iba a cargar fácilmente a portadas como hizo con Villalonga-.
Antes Lara había perdido mucho dinero con la plataforma interactiva Quiero TV y demostró que todos los grandes anteponen sus intereses a sus ideologías cuando entró en el accionariado del Avui, el periódico independentista catalán-como es curioso que sea a la vez el editor del Playboy España y de El Observatore Romano, el periódico de El Vaticano-.
El empresario catalán sabía que Antena 3 y Onda Cero podían convertirse en empresas muy rentables con una gestión eficiente y evitando los despilfarros pasados-como la compra de los Mundiales de fútbol más caros de la historia, los de 2002 y 2006-.
Para empezar a hacer competitiva y rentable Antena 3 Lara despidió a multitud de trabajadores-con un ERE donde Buruaga trincó 6 millones de euros-.
Para que Antena 3 intentase alcanzar el liderazgo se fichó a Mauricio Carlotti, el consejero delegado de Telecinco entonces. Es verdad que la llegada de Carlotti fue decepcionante para Planeta, ya que intentó calcar la parrilla de Telecinco, acompañado por algunos fichajes erráticos y millonarios como el de María Teresa Campos.
En cuanto a la radio también Lara tuvo que levantar una nefasta gestión de los "telefónicos"y encima heredaba un laudo millonario a Blas Herrero de más de 200 millones de euros.
La clave del éxito de estos años de Onda Cero es que ha conseguido una parrilla estable, consiguiendo captar al oyente de "centro-derecha tranquila".
Pero pese a los buenos resultados de González Ferrari al frente de la emisora hay que decir que la cadena no se estabilizó como segunda más escuchada hasta el despido de Federico de COPE.
Carlos Herrera es la imagen de la casa. Tuvo que saltar desde las tardes tras la marcha de Luis del Olmo en 2004 para fundar Punto Radio.
El andaluz había probado antes las mañanas de la radio en COPE-en el tramo magazine-, en Canal Sur Radio y en RNE. Pero hasta este Herrera en la onda que conduce actualmente, nunca le habíamos visto en un tono serio y político-algo de lo que adolecía en sus primeros años-.
Carlos ofrece un producto de fast food; un estilo personal barato y facilón, mezclado de peloteo a la derecha en el tramo informativo y una parte de magazine de corrala de quinta-la cultura está prohibida y solo se habla de petardeo mezclado de chascarrillos-.
La excesiva publicidad-Herrera ejerce de hombre anuncio permanentemente- convierte al programa en un espacio de difícil seguimiento. Parece por la personalidad de Herrera y por los continuos cortes comerciales un espacio de morning-show "tajado" por la música.
El estilo de Herrera al comentar la actualidad es muy cercano y "ligero". Pero no es como en el caso de Jiménez Losantos. Mientras Federico con su alto nivel cultural intenta "traducir" a su manera a los oyentes las noticias para acercarse a todos los públicos, Herrera utiliza el estilo desenfadado porque es incapaz de hacer otro. Carlos solo lee los titulares de los periódicos-cuando hay suerte y no está de vacaciones-.
La fama de vago que arrastra Herrera es conocida por todos. Ayudan también frases de compañeros como SuperGarcía; "Carlos Herrera es el tío más vago que he conocido en mi vida".
El sectarismo derechón de Herrera lo demuestra cuando estas últimas semanas pone la lupa a la actualidad en los ERE de Andalucía, obviando lo más posible el Caso Bárcenas.
Y se dedica a presionar desde sus micrófonos a los comunistas andaluces para repetir la pinza antinatura extremeña. Lo que la derecha no gana con votos él lo quiere ganar con botas, o sea a la fuerza. Y eso que Herrera ha sido siempre un niño mimado de la Junta andaluza de la que ahora despotrica. Pero ahora él se ha pasado al lado del "señoritismo" andaluz visto desde Madrid.
Herrera se puede quejar poco del socialismo andaluz y del socialismo nacional; siempre se ha acordado de él para presentar programas en distintas teles públicas bajo signo del PSOE-TVE, Canal Sur o Canal Sur Radio-. Y a la inútil de su mujer-la risueña Mariló Montero- los mismos socialistas también la han enchufado tanto en Canal Sur como en TVE-ahora conduce ese producto pobre que no ve nadie llamado Las mañanas de La 1-.
Por eso el bueno de Herrera a los socialistas les ha metido "solo la puntita". Por simple interés.
En la parte del magazine-de 10 a 12 de la mañana- Herrera se suelta más la melena; abre su patio andaluz lleno de chismes del colorín, testimonios freaks y humor andaluz de bareto-con el inefable y hortera Josemi dando clases de lo que se lleva y lo que no se lleva-.
La cultura para Carlos está prohibida y lo más "cercano" son las crónicas de los asesinatos públicos de toros.


Julia Otero pone el contrapeso "rojo" en la cadena con un magazine de tardes que se sabe de memoria. Lo hace con una clase y un estilo maravilloso y con el mismo punto sexy de siempre.
Si por la tarde brilla Otero, por las noches da muy buenos resultados Alsina, con un producto digno y con un conductor que está señalado para relevar a Herrera cuando este se canse, se tome un año sabático en Miami para fumar puros y comer de Alacena o cuando por fin acepte los ofrecimientos de Arenas para dar el salto a la política municipal sevillana.
Alsina ya estuvo a punto de dar relevo a otro de los "grandes", a Luis del Olmo en Punto Radio.
Pero cuando Ferrari-mandamás de Onda Cero- se enteró le multiplicó el sueldo por diez y aquí no ha pasado nada.
Lo peor de Onda Cero son los subproductos que puedes encontrar en su parrilla, dignos de una radio local. Como la penosa Isabel Gemio que se cree lo más y es lo menos-me encanta cuando entrevista a los famosos para acto seguido patear a la telebasura- o el humor cutre y "moranquiano" de la insoportable La Parroquia del Monaguillo.
En deportes cara y cruz; mientras los fines de semana Ares demuestra que es uno de los mejores periodistas deportivos de nuestro país, para las noches no hay solución.
Los continuos cambios de cara han hecho imposible que se consolidase algún producto.
Todo empezó con la "jubilación" de SuperGarcía-pese a sus continuas "amenazas" de retorno- y aún no ha terminado.
Primero lo intentó Miguel Ángel García Juez-no había visto en su vida ni diez partidos de fútbol enteros cuando le hicieron la oferta-, luego Manu Carreño-que pese a la publicidad de Antena 3 y al pilotaje del gran Julio Pulido no pudo afianzarse-, luego Iñaki Cano-que se negó a enfrentarse con De la Morena y así está su hijo enchufado en Digital +- y más adelante Ángel Rodríguez-que si tragó con declarar la guerra a De la Morena pero ha sido sustituido por el joven Héctor Fernández-. Y no han logrado conseguir un producto deportivo de medianoche que funcione pese a contar con primeras espadas del periodismo colaborando en Al primer toque como Segurola o Azuara.

Si Onda Cero hubiese querido enfrentarse a la SER y aspirar al liderazgo tendría que haber fichado a Paco González y a todo su equipo. Pero no quisieron "endeudarse" y han preferido un conformismo rentable, pero nunca líder.
Onda Cero pese a su cercanía con Antena 3 nunca ha hecho uso de las famosas sinergias. Quizás solo en el comienzo con promociones y al segundo año cuando colocaron a Herrera al frente de un debate en Antena 3 que duró dos semanas. Algunas caras "televisivas" de Onda Cero o Europa FM como Julia Otero o Javier Cárdenas nunca se han pasado por la cadena de televisión.
La separación de medios no les ha ido mal. Lo que sí que les va mal es la web de la emisora radiofónica; cutre, desactualizada y con una imagen de emisora local. A invertir.
Las sinergias de La Razón con Onda Cero tampoco van mejor, solo hay que ver el ejemplo de Carlos Herrera que escribe para la competencia-un artículo para ABC, otro para El Semanal y un videoblog para la web del diario monárquico-.

Si en Onda Cero ha sido Javier González Ferrari el piloto-que no lo ha hecho mal del todo, pese a su conservadurismo empresarial y su sectarismo al frente de RTVE- en Europa FM el piloto ha sido el catalán Patricio Sánchez, que ha llevado a la cadena a superar los 2 millones de oyentes-tercera musical más escuchada-.
Patricio que trabajó con Arús en la barcelonesa Radio Club 25 ha apostado por los de "la escuela Arusiana" para afrontar las mañanas; primero Albert Lesán-que hace años que no se habla con Arús y echa pestes de él-, después José Miguel Cruz y ahora al demagógico y populista Cárdenas-ese que se reía de los disminuidos en la telebasura y ahora imparte lecciones de ética televisiva-.
Patricio también decidió fichar a los chicos de PAP-que "lo petaban" en Flaix FM-. Ponte a prueba se ha convertido en un clásico como consultorio sexual desenfadado-pese a las sospechas de montaje-. También ha sobrevolado la idea de montaje en otro programa de la cadena musical; Euroclub, al que le han acusado de fabricar trending toppics a mansalva gracias a robots.
Es curioso que Lara sea a la vez editor de L'Osservatore romano y de Playboy España, o tenga una cadena radiofónica que emita diariamente porno y sucedáneos. Pero para los grandes editores es siempre antes el negocio que los principios o la ideología.
Onda Cero y Europa FM se complementan con Melodía FM-una copia sin locutores y más "viejuna" de Kiss FM- y con algunos acuerdos publicitarios y de licencias con Radio Marca-estuvo a punto de romper con Marca el pasado 31 de diciembre cuando estos alcanzaron un principio de acuerdo con COPE, pero los curas alquilaron las licencias de Punto Radio y la pequeña Radio Marca les dejó de interesar-.

"El Polanco de Rajoy".

Con ocho cadenas de televisión, tres de radio y un periódico peloteril con el PP, Lara se ha convertido por méritos propios en "el Polanco de Rajoy".
La web Periodista Digital publicaba la pasada semana la información que decía que el acuerdo entre Ariza y Federico-en principio para emitir su tertulia en tv y a la larga para copar sus postes radiofónicos- era una estrategia de Lara para comprarlos a los dos a la vez.
Por un lado el PP se quedaría sin el "fuego amigo" de dos grupos pequeños pero influyentes, y le aseguraría a la larga una comunión total en la derecha mediática.
Ahora que tanto Ariza como Federico están pasando malos momentos económicos, Lara vendría con dinero fresco para olvidar agravios pasados de Rajoy.
Pero parece una operación difícil de llevar a cabo, simplemente porque Lara no es tonto y los activos de Ariza-principalmente su cadena de televisión- y los de Federico-la web- no le interesan económicamente.
En la noticia se subrayaba que para que la cosa llegara a buen puerto los dos grupos se tendrían que quitar de encima sus "activos tóxicos"-Ariza La Gaceta y Federico Libertad Digital TV-.
Pero Lara no necesita ni una tele pequeña-no podría por legislación tener acciones en dos grupos TDT-, ni una radio económica, ni un digital como Libertad Digital.
Pero como sabemos este desembolso podría ser compensado por el Gobierno con otras medidas-como no quitarle a Lara dos canales que le imposibilitarían competir de tú a tú con Mediaset o con altas dosis de publicidad institucional-.
Sobre esta medida anunciada la pasada semana da vergüenza leer a dos periódicos de la derecha-El Mundo y ABC- quejarse desde sus editoriales cuando ellos son dos caraduras que se aprovecharon de las licencias de Aznar y quieren salvar sus ruinas editoriales alquilando a otros canales lo que ellos son incapaces de hacer-televisiones rentables-.