Escándalo en Sálvame.

 Los adolescentes ya no sueñan con ser médicos, bomberos o futbolistas. El sueño es convertirse en famoso sin ningún oficio ni beneficio.¿Para qué van a estudiar años y años de carrera mientras ven como el tonto del pueblo se hace rico y encima obtiene de esta estúpida sociedad un reconocimiento social que no logra un científico?
El modelo es salir en el Gran Hermano, en Gandía Shore o en cualquier charca de la telebasura, donde tu imagen te la pisan y luego te "curan" con un cheque que no gana un trabajador medio ni en tres meses.
Y el modelo no nos engañemos es Belén Esteban. Si esta tía es más tonta que yo, si es más fea que yo y si esta más zumbada que yo, ¿porqué no puedo ser yo Belén Esteban?

En este pozo de mierda llamado Sálvame-el referente principal para estos ninis- vemos como se cree el rey del mambo un ex cocainómano que se hizo famoso por pasear a la Carmina enferma por los platós.
Como una señora conocida en la biutuful marbellí por carecer de escrúpulos y por ser lo "más tirado del mundo" da lecciones de madre, cuando no fue capaz de cuidar de su hija.
Como una periodista que le tiró meses y meses desenterrando a una pobre muchacha para ganar dinero puede seguir ejerciendo la profesión.
Como le han montado una telenovela para todo el país a una pobre analfabeta que se tiró a un torero.
Como se nos ríe a la cara un presentador que nos ha estado mintiendo durante años, sacando a famosos del armario-ahora va de liberado pero bien cerrado lo tenía- y acusando sin pruebas a diestro y siniestro de cualquier delito para ganar audiencia.

Encima esta gentuza que llega a niveles de mediocridad pasmosa se dedica a dar lecciones de vida. Ayer por ejemplo los de Sálvame llegaron a niveles de hipocresía nunca vistos.
La historia es la siguiente; una adolescente de 18 años que estaba en el público hizo mientras enfocaban a un tertuliano "una peineta". Los tertulianos asustados por este hecho encendieron la alarma. Acostumbrados en ese programa a la educación y a los buenos modos no podían pretender que este hecho quedara sin resolver.
Jorge Javier arrincono con preguntas a la chica que se moría de vergüenza, la sacó de su asiento y la colocó a la fuerza en medio del plató para ridiculizarla. Mientras una de sus amigas se cagaba en todo desde el gallinero y entonces Mila Ximénez empezó a decir que había hecho un gesto violento y que si era un caso para Hermano Mayor.
Claro, en un plató que ha habido agresiones, insultos, peleas, cortes de mangas-de la princesa del pueblo principalmente- se asustan porque una adolescente haga una broma y una amiga suya se enfade porque estan sacando los pies del tiesto.
O sea que las insultan y las invitan a abandonar el plató ante los abucheos de los demás cerdos del público que querían congraciar a sus ídolos de barro. Lamentable.
"Esto nos pasa por no leer", decia el presentador que desde que ha escrito sus años malditos se cree Pérez Reverte. "Igual nos hemos encontrado un caso de Hermano Mayor", decía el miserable disfrazado de Pedro García Aguado y creyendo que encima había ayudado a desenmascarar para la sociedad a una presunta violenta. Violentos sois vosotros, o sea que encima no vayas de lo que no eres Jorgeja, que eres el claro ejemplo de la miseria televisiva por mucho que te pongas el vestido de la Gemio los miercoles por la noche.

Lo bueno es que los de Sálvame son la misma basura de gente que tuvo que salir con el rabo entre las piernas hace años cuando los de Sé lo que hicísteis les sacaron las costuras. O sea que si la tele son ciclos, les queda muy poco tiempo de vida.
Luego se quejaba Jorgeja de que no podía salir a la calle porque le llamaban maricón y le amenazaban. Que injusticia. Así ves como se sintieron muchos famosos cuando los linchábais sin pruebas en el Tomate.
O salía Kiko Matamoros diciendo que su mujer se había ido con otro porque se había arruinado.
Claro Kiko, queremos llevar un tren de vida que no podemos-alquiler en La Finca incluido-, estar con una mujer que no nos corresponde por estética y ser lo más de lo más por los siglos de los siglos. Pero todo tiene un fin aunque tú pienses que no.