A mamarla a Parla.




A principios de los 80 los nacionalistas se negaron a las monsergas provenientes de Madrid para tutelarles sus televisiones autonómicas. La idea de Felipe era la de convertir La 2 -UHF o Segunda cadena- en una emisora con desconexiones para informativos y programas, pero Pujol y Arzallus se negaron a no tener sus propias cadenas -TV3 y ETB-, para desarrollar una industria local donde se promoviera sus lenguas propias, su cultura, su información -casi siempre sectaria al igual que en TVE- y su idiosincrasia.
La mayoría se sumó al café para todos y a mediados del 89 nacía Telemadrid que pronto se convertiría en una cadena casí nacional -con desconexiones incluso para las dos Castillas-.
Primero los socialistas de Leguina y luego los populares de Gallardón respetaron la pluralidad de la emisora, que alcanzó grandes cuotas de popularidad con una programación innovadora y un cuadro de presentadores de primer nivel, hurtado casi siempre por las nacionales.
Pero llegó 2.003 y al ambicioso de Alberto se le quedó pequeña la Comunidad y puso su punto de mira en la Alcaldía y de rebote nos explotó Doña Espe, una política mediocre que había alcanzado su popularidad por su pinta de pija cateta al frente del Ministerio de Cultura.
Y entonces la izquierda ganó las elecciones, pero en los tiempos del pelotazo un grupo de grandes financieros del ladrillo se pasaron por el forro el rollo de la fiesta de la democracia y ahí apareció la típica rata de alcantarilla oportunista -Balbas- para venderse barato.
Espe además de demostrarnos su ultraliberalismo nos enseñó que estos "libegales" siempre son los más intervencionistas -Caja Madrid, Telemadrid, etc-.
O sea que Doña Espe se creyó que la cadena era su corral y colocó al frente a su jefe de prensa -Manuel Soriano- para manipular de una manera vergonzosa la autonómica madrileña.
Encima con la derrota popular en las generales de 2.004 y con ZP sacando la guadaña a toda la caspa de RTVE, la mayoría de PPelotas acabaron mendigando en la pública madrileña.
Sánchez Dragó que lleva veinte años pidiendo el voto para el PP no se puede quedar en el paro y no nos puede dejar de iluminar con su sapiencia máxima en esos programas marginales de libros -que él nunca se lee por supuesto-, y a Garci le quitan lo del cine pues para aquí, y a Luis Mariñas se lo cargan de "Los desayunos" pues también.
O sea una fiesta facha de carcas lameculeros de cuarta, incluido Pedro Ruiz que estuvo 7 años trincando por copiar a "El loco de la colina" y que se dio cuenta de lo malo que era Aznar un cuarto de hora antes de que el PP perdiera las elecciones.
Y el histórico Manuel Antonio Rico que por su estado mental debiera ponerle voz a esas mierdas del "Energisil" lleva años trincando por hacer un programa en una cosa que se llama Onda Madrid y cuyo programa tiene menos oyentes que votantes Mario Conde.
El listo de la película siempre es el más tonto, Buruaga off course, que en seis años se llevó 10 milloncejos de euros -New Atlantis mediante- por hacer unos debates donde la fracasada y rencorosa Rosa Díez era la voz de la izquierda -y la que más insultaba a ZP por supuesto-.
Además Ernesto trincó 600.000 € con una mierda similar a su presupuesto llamada "En persona", donde entrevistaba a sus amiguetes. También Enrique Cerezo -"queremos tu pescuezo"- y MAR se lo han llevado crudo, como no.
Esos años de Telemadrid dejó a un lado su visión autonómica -excepto para las inauguraciones tipo NO-DO de Doña Espe- y puso una mirada nacional a su programación, o sea atacar a ZP por tierra, mar y aire.
Para ello colocaron a espécimenes del nivel de Curry Valenzuela -amante secreta de Franco- o Isabel San Sebastián -víctima de ETA profesional- para moderar lo inmoderable.
Ahora después de Espe pasarse años amenazando con privatizar el canal -Secuoya favorita para contenidos y Jiménez Losantos para informativos- anuncian un ERE de entre 700 y 800 personas -Nacho González ha dicho que o se lo aprueban o chapa el canal- además de anunciar unos recortes en gastos de explotación de 47 millones de euros para 2.013 -de 131 a 84 millones-.
La programación quedará en mínimos -enlatado puro- y solo podremos disfrutar sus informativos Intereconómicos, de "Madrileños por el mundo" y de un resumen de fútbol -nos tranquiliza esto último-.
El histórico "Cifras y letras" queda cancelado y personajes del nivel de Jose Luis Garci, Sánchez Dragó y Cristina Tárrega se van a su casa. La verdad es que me alegro por esta última.
Cristina es una petarda semianalfabeta que se cree Madonna y que presenta el último reducto de la telebasura en Telemadrid.
"Territorio comanche" -pobre Pérez Reverte- se llama el late-show, producido por Nieves Herrero -otra amiga de la causa- donde Cristina demuestra que se puede desconocer la mayoría de temas que tratas, se puede ser una maleducada, se puede ser una grosera, se puede entrevistar a gente de cuarta en la pública -gentes del "Gran Hermano", Rappel, Leticia Sabater, o cualquier famosillo en decadencia- y se puede hacer un 5% de share sin que nada te afecte -de Cristina no me extraña tras hundir las mañanas y hacer 0% técnicos en las tardes y seguir mamando de la teta de la presidenta-.
Esta muñeca hinchable recauchutada hasta la saciedad se queda en paro -casi porque siempre le queda Telecinco, que ahora que trinca ya no le parece tan asquerosa-.
O sea que a mamarla a Parla.

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