Juguetes rotos.




Dar la cara en la tele tiene muchas cosas buenas; ganas pasta a destajo, eres reconocido y te montas en la fama que te da el éxito.
Pero pagas en la calle el doble filo del presentador; primero alabanzas que no te mereces -te llevas pasta, premios y reconocimiento de un equipo creativo al que no se le reconoce- y luego patadas en las espinillas -por leer lo que te han escrito otros, que pueden salir de casa sin problemas-.
Muchos no se dan cuenta del uso kleenex que te dan los directivos a tu imagen y a tu persona. Demasiado efímero y nadie está preparado para salirse de la foto.
Uno de los que lo hizo voluntariamente fue Ángel Martín, que catapultó el primer éxito de La Sexta -"Sé lo que hicisteis..."- donde fue el alma máter del programa.
Llego al "humorismo" rebotado por casualidad desde Paramount -esa irregular cantera de monologuistas- tras intentar ser músico y actor "serio" a Globomedia -la gran factoría nacional de los 90- como guionista de "Siete vidas" -donde se disfrazaba del personaje de Sole para escribirle el papel- y acabó con una sección del corazón en "La noche de Fuentes" -tras las salidas de ilustres como la de su odiado Pablo Motos-.
Y entonces para el nacimiento de la cadena se preparó un proyecto destinado al fracaso, llena de imitaciones y gags de personajes del petardeo patrio que no funcionaba.
Pero además aparecía Ángel con una minisección de 10 minutos de zapingg de la telebasura, que era lo más popular  y entonces se renovó el programa -tras despedir a actores y dobladoras de la Esteban- con la sección del catalán como plato fuerte del renovado show. Y el programa lo petó -fue el primer espacio de la cadena en llegar al 5% en prime-time- y entonces se lo llevaron a la sobremesa alargándolo excesivamente -con la sección Youtubera de Micky Nadal- y se tiraron cinco años de éxito criticando a la telebasura y bajo la dirección de uno de sus precursores -"Bropi", creador del "¡Que me dices!"-.
Osea hondas de hipocresía atacando salvajemente al popular "Tomate", al que se le vieron las costuras -los cebos que luego terminaban en agua- y al que le robaban los espectadores -para que te vas a tragar 10 horas de mierda en Telecinco teniendo su compacto en La Sexta en media hora, y encima para su cadena by the face-.
Y tras cinco años sobreexplotado -además de presentador, se escribía los guiones- dijo basta cuando se quedó sin munición -tras la demanda de Vasile- y sin audiencia -con la llegada de "Tonterías las justas" y sin vídeos perdieron la mitad de su clientela-.
Entonces Ángel tras amenazar varias veces a Globomedia se acabo preparando la maleta y tomando viento fresco -Contreras se la guarda y no le volverá a llamar- dándole con la puerta en las narices a una mafia/productora que te exige fidelidad absoluta a cambio de meterte de relleno en una de sus mierdas menores cuando no estés tan alto -desde "Mis adorables vecinos" a "El club de la comedia"-.
Y si no que se lo digan a Flo, al que entretuvieron dos años tras el final de "El club de Flo" con proyectos que no veían la luz y entonces se cansó y se largó con Josema Yuste a Getsmusic y desde entonces nunca más -ahora vive en el entorno de Pablo Motos-.
Ángel por suerte ganó dinero, puede malvivir de ahorros con proyectos menores varios -una obra teatral con Ricardo Castella y una web de humor ombliguista llamada Solocomedia-.
Pero un día se acabarán los fajos debajo del colchón y no tendrá más remedio que volver con el rabo entre las piernas, aunque no tiene pinta por ahora viendo la entrevista que ha concedido al blog musical Fury Days;

Recuerdo que en un monólogo dijiste lo siguiente: “En Estados Unidos empiezas actuando en bares y pubs, pero si eres muy bueno, acabas en una serie como ‘Friends’. Sin embargo, en España, por muy bueno que seas, terminarías en Noche de Fiesta entre Jaimito Borromeo y Marianico El Corto”. ¿Esto sería la caspa?
Y es verdad. Siendo cómico en España no tienes ninguna posibilidad de que te pase nada. Es muy terrible, pero los cómicos en España son mierdas. No sé si sería como la caspa, pero es gente con la que no se cuenta. Si vas viendo películas de comedia de aquí no verás a ningún cómico. Es muy raro ver alguno.
 Pero hay muy pocos cómicos aquí que tengan una autoproducción. También es algo como muy sectario.
¿Sectario?
Es que los cómicos no colaboran demasiado entre ellos. Hay como grupos de cómicos y es muy difícil coincidir. 
¿Estamos hablando de círculos elitistas?
No, no sé. Sencillamente es difícil. Aquí estamos todavía con el chip de “hagamos monólogos y aprovechemos el tirón es esto”.
¿Entonces hay unos estándares que limitan la creatividad del cómico?
Desde luego lo que ves en televisión, sí. He visto material de muchos cómicos en directo y no es el mismo que se ve en la tele. Es la misma broma, pero la tienes que adaptar para que nadie se ofenda. Ahí deja de ser tu material. Estás adaptando una cosa que tú haces en un teatro o en una sala de una manera, pero cuando lo haces en la tele tiene que ser de otra forma. Es supervivencia. Se trata de pedir pasta por algo que quieras vender. Y eso es una mierda porque el cómico que ves en televisión no está haciendo realmente su material. Es una pena. O como cuando los cogen para hacer programas en la tele. Lo que están haciendo ahí no tiene nada que ver con lo que ellos hacen. Veo a Iñaki Urrutia o a Goyo Jiménez en “No le digas a mamá que trabajo en la tele”, de título impronunciable, y lo que hacen ahí no tiene nada que ver con lo que yo les he visto hacer. Me parece mucho más interesante el material que ellos hacen que lo que hacían en la tele, que no era más que ver llegar a una grúa tirando un montón de chocolate por la cabeza. ¿Tiene eso sentido? Es un rollo. La comedia en la televisión funciona de esa manera. 
Te iba a decir que en “El Hormiguero” hacen cosas parecidas con los invitados, pero diría que es el lado más infantil.
Sí, hombre, si Pablo Motos no se pone delante del invitado para que puedas verlo, estaría bien. Es bastante divertido cuando ves a gente haciendo… cosas. Lo que pasa es que “El Hormiguero” tiene otro rollo. Han hecho una cosa que está muy de puta madre porque cualquier estrella va “El Hormiguero”. Todos los que vienen pasan por ahí porque también es verdad que no hay otro programa a donde ir. Pienso que abusan demasiado de eso y juegan poco con el invitado. Me parece que es desaprovecharlo. Vale, cuando viene Will Smith es la polla, pero porque Will Smith es la polla. El tío es un showman que llega allí y revoluciona todo, pero en el momento en el que te llega alguien como Jesse Eisenberg, pasa lo que sucedió con toda aquella polémica: que el tipo no entendía nada. Es muy raro que, teniendo gente internacional que se prepara cada puta entrevista, se los traigan para echar Mentos en la Coca-Cola. O si va Justin Timberlake, lo asoman por la ventana para que la gente grite. Vale, ya sabemos que eres la polla. Ya has cogido tu rabo y me has abofeteado con él, pero ahora haz algo que valga la pena, ¿no? Por eso digo que desaprovechan al invitado pero abusan de tener invitados internacionales.
Si están ahí es porque tendrán un público que lo vea…
No, no, claro. Ese programa es impecable. Está muy bien pensado porque es para toda la familia. Y no hay ningún otro programa que sea igual de perfecto que ese. A mí no me interesa, pero es perfecto porque han hecho lo que querían hacer porque… ¿cuánto dinero hay ahí, coño? Joder, hacen unas cosas acojonantes. Pero mi sensación es que está desaprovechado. ¿Por qué están sentados en una mesa contando con tanto dinero? Cada vez que lo pongo, veo a gente sentada en una mesa hablando con unas hormigas. De vez en cuando se ponen delante de la mesa y alguien saca un carrito con un experimento. Que puede ser la polla, sí, pero por ejemplo; está Charlize Theron ahí y terminas preguntándote por qué es lo mismo que cuando está Ana Obregón. Hacen lo mismo. Da mucha pena porque no es lo mismo y porque se puede jugar mucho más. Me da la sensación de que hay una fama, una pasta y un mérito que es muy evidente, pero que no…

Osea un tío quemado con la tele -palos a Pablo Motos y a "El club de la comedia"- pero estaría bien que se los diera a La Sexta y a Globo, que son a los que tiene ganas.

También anda quemado Jaime Cantizano -ese Gayperman al que todas las suegras ansían- al que Antena 3 ha apartado de su camino tras 10 años dando la cara.
Primero de chico AR, más adelante con el exitazo de DEC -ocho años dando la vara las noches de los viernes- y cuando decidieron que como no podían competir en audiencias con Vasile, se dijeron;  nos resignamos a tener menos audiencia, pero más blanca y familiar para atraer anunciantes -con series y concursos- y mandamos a los del DEC y a los de "El diario" a su puta casa.
Y a Jaime este verano le dieron su último tren -"Dando la nota"- con una especie de "Furor" versión lamentable y ahora que se le acaba el contrato le dicen; "gracias pero ahora no eres el perfil que buscamos", osea nosotros te quemamos haciendo telebasura y cuando estas en la cuneta pues te las arreglas que aquí no pagamos a vagos.

La misma mentalidad que el tío Vasile que cuando "Aquí hay tomate" se acabó tras petarlo mandó a Jorge Javier unos meses a sellar Euromillones y darle de comer a las palomas -al paro, vamos-.
Ahora Jorgeja dice que después de ese trauma -era odiado por la calle y le llamaban "maricón" en cada esquina- está preparado para el final de "Sálvame" y para dejar de ser querido.


También anda sonado desde que le vetaron la entrevista de García Jesús Quintero, que después de recibir una limosna socialista -vuelta a Canal Sur gracias a que no armara la de dios es cristo- la autonómica andaluza le ha mandado a casa por "caro" -Jesús dejó hace tiempo la austeridad radiofonica para comprarse un teatro como plató y rodearse de un equipo de iluminadores, realizadores y guionistas de varios ceros-.
Ahora Quintero estrena en Sevilla una versión teatral de sus programas de entrevistas -"El loco soy yo", se llama la gira- rodeado más de freaks de taberna andaluza que de famosos que cogían el AVE cuando Jesús se lo pedía para hacerles la rosca con alguna hostia de propina -"para que no digan"-.

No hay comentarios:

Publicar un comentario