El gran debate

Los favores hay que pagarlos,piensa Paolo Vasile de vuelta el lunes de su escapada a Roma revisando en su despacho El gran debate. Un espacio de agitación política que ha calado entre lo que se podría llamar "clases populares". Y el favor que ha recibido de Mariano zancadilleando la fusión de Lara y Roures mediante ciertas limitaciones publicitarias esenciales para el duopolio "real" (cosa que no le ocurrio a Mediaset cuando absorbió Cuatro) es una deuda. Y es que en este espacio de debate es donde más se está notando la derechización de contenidos de la cadena de Fuencarral.

De un tiempo a esta parte ni Sopenas, ni Mariantonias agitan las tertulias y llaman inútil a Rajoy. Menos crisis, menos rescate, menos miseria y más debates sociales, más víctimas de ETA y más serpientes de verano utilizando a la izquierda más "roja", como el intento de linchamiento del sábado pasado sufrido por el pintoresco Sanchéz Gordillo (más fácil que azotar que a los banqueros,políticos o demás variaciones del oficio más antiguo del mundo). A la cabeza el tertuliano 24 horas Alfonso Rojo y Mamen Gurrutxaga que con el mismo brío que defendían a los ladrones de Gürtel en Canal 9 a 3.000 la hora, atacan ahora con mentiras y demagogia al líder sindical, negandole incluso el derecho a recibir subvenciones para defender a la clase trabajadora (Rojo acostumbrado a ser tan generoso con sus súbditos de Periodista digital).

Y de ama de llaves detrás de las cámaras Pilar García de la Granja, impuesta desde "arriba" a los progres dueños de la productora (uno de ellos casado con un lider del PSC). Pilar siempre tan neoliberal y tras sudar tanto en sus años intereconómicos sabia que en esta suculenta oferta auspiciada por su marido (ex-colaborador de Aznar en sus años guerrilleros) iba a salir ganando, porque le es más fácil mutar este programa sin mancharse las manos que intentar ser la Ana Pastor de esta nueva legislatura en TVE mendigándole el puesto a sus amigos de Genova. Y está mejor pagado y recibes menos ostias de El País.

Pilar además le hace la guardia política este verano a AR, mientras esta se tuesta en Sotogrande rodeada de señoritos andaluces pensando que hacer cara a septiembre ante la potente Susana Griso, que ya le gano los últimos cuatro meses del curso pasado con sus espeluznates sucesos, que eran más interesantes para el público que las tertulias del reality de turno de Telecinco. Pero ella que es una currante de sol a sol, intercala sus insolaciones con llamadas a la directora del magazine con nuevas ideas o colaboradores. Más medios pide Nacho Abad para ganar el terreno de la sangre a su cuate de Espejo público. "¿Qué quiere?,¿un helicóptero?", comentan en la dirección. Ana Rosa ya piensa en la vuelta con sus madrugones y sus comidas con su idolatrada doña Espe, una admiración mutua que desemboco en amistad con un casual contrato de Telemadrid a Cuarzo (propiedad de la comunicadora) para un espacio de tarde que ni fu ni fa.
Dios las cría......