Carlos Herrera, entre la promoción del esclavismo y la vagancia crónica





Carlos Herrera no se pasó ayer por el Congreso, algo que sí que hicieron sus compañeros de la SER, Onda Cero y RNE. El locutor con total probabilidad sí que hubiese acudido a la Cámara Baja si Casado, Rivera o Abascal hubieran sumado fuerzas. 

La estrella de COPE se quedó en Sevilla y se dedicó a insultar a los líderes de Podemos, que han puesto en el foco la demagogia barata de Amancio Ortega, que practica el esclavismo en el tercer mundo, radica sus empresas en Irlanda cada vez que puede y se pega un baño de propaganda con una limosna que no compensa los impuestos que evade.

En vez de donar 200 millones de euros a la Sanidad española, Amancio podría pagar los impuestos que le tocan (gracias a la ingeniera fiscal evitó pagar 600 millones de euros solo entre 2011 y 2014), y podría tratar como a seres humanos a sus empleados en los talleres de la miseria de Bangladesh. Ya lo dicen los de El Mundo Today: "Amancio Ortega dona 20 euros a un restaurante del que se fue sin pagar un menú de 40".

Herrera, estrella en una emisora que supuestamente es evangélica, dice que "la estupidez humana no tiene límites. Son una cuadrilla de fanáticos, mediocres, parásitos, demagogos e irresponsables que viven de esa vieja ensoñación comunista en la que el Estado tiene que hacerlo todo".

El Estado tiene obligación de hacer al menos tres cosas: hacer que todos paguen impuestos (incluidos Amancio y la Conferencia Episcopal), sostener el Estado del Bienestar que el 'trío de Colón' pretende cargarse, y no escuchar a señores como Herrera, que tira de insulto cada vez que carece de argumentos.

Leer más: Las siete entrevistas que retratan a Carlos Herrera. 

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