Jiménez Losantos dice que Évole hizo "el ridículo" porque "los esclavos de Camboya estaban encantados"







Sigue dando que hablar el brillante retrato que elaboró Jordi Évole sobre las precarias condiciones de vida en las que chapotean las miles de operarias camboyanas que se dejan la vida por hacer a contrarreloj miles de prendas de ropa para Occidente.

La mayoría de espectadores que siguieron la última cita de Salvados aplaudieron el atinado reportaje, pero nunca llueve a gusto de todos...y la caverna mediática liberal española está que trina porque el periodista catalán ha ayudado a hundir la reputación de Inditex o El Corte Inglés.

Federico Jiménez Losantos en la mañana del jueves ha dicho que "Évole hizo el ridículo", añadiendo que "los esclavos de Camboya están encantados con que han triplicado su renta". El turolense remató el asunto tildando de "progre millonario" al presentador de La Sexta. No sabemos si incoscientemente a Losantos se le ha escapado lo de "esclavos", pero algunas condiciones que denunciaban sí que eran de semiesclavitud.

Pero el locutor de Es Radio no ha sido el único que ha atacado a Évole por el reportaje. Juanma del Álamo en Libre Mercado señala que  el presentador "se encuentra con una protesta pacífica a la entrada de una fábrica. Es lo que faltaba: vas buscando esclavos y te encuentras trabajadores con derecho de huelga. Es para volverse a España en ese momento. Pero Évole sigue allí. Acompaña a los trabajadores en su sentada". Lo que parece preguntarse el suplemento neoliberal de Libertad Digital es por qué unos trabajadores con derecho a huelga tienen el morro de quejarse de sus condiciones. Da igual que su salario de un mes, muchas veces en unas condiciones laborales que afectan a su salud, sea equivalente al precio de cinco jerséis en Europa, ciento cincuenta dólares.

Añade LD: "Salvados nunca ha sido tampoco muy amigo de los datos o de hablar del pasado. Coja aire. Que el 60% de la producción de Inditex se genere en Europa y Marruecos, que la esperanza de vida de Camboya no haya dejado de subir desde la caída del comunismo, que la renta per cápita de Camboya se haya multiplicado por tres en los últimos diez años o que la tasa de pobreza haya pasado del 53% a menos del 20% en el mismo periodo, son datos que el reportaje obvia (oculta) para no despistar sobre el mensaje principal". Es decir, que ahora que pueden comer en este paisucho del tercer mundo, sus ciudadanos no tienen razón para quejarse ni pueden exigir mejoras económicas. Si no tendrían los esbirros de Amancio Ortega sobre sus nucas estarían prostituyéndose. ¿De qué cojones se quejan? ¿Qué pretenden estos camboyanos? ¿Comer tres veces diarias?

Obvia Del Álamo que nadie en el reportaje dijera que las fábricas deben salir de Camboya, simplemente se dejó caer que no estaría mal una subida de veinte dólares, una mejora de las condiciones higiénicas en las máquinas de corte, porque muchas mujeres acaban con la cara abrasada, y una mejora de las condiciones medioambientales de las fábricas.

Juan Manuel López Zafra en El Confidencial tilda al reportaje de "potencialemente xenófobo", mientras que John Müller en El Español también recordó las mejoras económicas de los trabajadores camboyanos a la par que tildaba el reportaje de sesgado, dejando pasar por alto que Évole entrevistó a un empresario español afincado en Camboya que señaló las mejoras que ha logrado el país con la llegada de las fábricas textiles. Es decir, que el liberalismo patrio se empeña en que le hagamos la alfombra al empresariado, que éste no tenga ni impuestos ni cumpla las exigencias morales laborales y económicas.

La ovejil derecha liberal española está empeñada en hacer de abogado del Diablo de los empresarios, sean ejemplares o sean unos hijos de puta que se aprovechan del tercer mundo para forrarse. ¿No protesta la derecha liberal americana y compañía porque en Oriente hacen dumping medioambiental y laboral y así compiten por debajo de los precios que América puede ofertar? ¿Cuándo tiene ética el liberalismo? ¿Cuándo pretende frenar el auge del tercer mundo, atestado por multinacionales sin escrúpulos? ¿Cuándo quieren abrir mercados o cuándo ven como a la larga pueden caer como gran potencia económica mundial?

Cristian Campos por último en El Español acusa en el primer párrafo de su artículo a Évole de "millonario", adjetivo ridículo, ya que el liberalismo pretende que la izquierda viva en la miseria, exigencia que no repercute en los católicos, que se supone que debieran vivir con humildad. Comprando el discurso liberal, que dice que su doctrina es lo más parecido a la naturaleza porque rige la ley del más fuerte y que todos somos egoístas, el rico debiera pretender que las clases bajas crecieran su renta para vivir en un mundo más tranquilo para sus intereses. Pero no; porque el capitalismo está en una película que dice que lo mejor es acumular salvajes beneficios. Y si no hay leyes y denuncias contra las condiciones laborales en Camboya o en la India, los ciudadanos de estos países vivirán de por vida en el chapapote mientras el liberal les mira con agrado mientras piensa; joder, son esclavos pero antes estaban peor. Pues eso.


3 comentarios:

  1. Estaría bien un programa sobre los despidos de Mediapro, donde su jefe el troskista Roures aplicó la reforma laboral pepera, o un programa especial sobre El Castor en La Sexta, eso si que sería bonito, un programa sobre El Castor en la cadena del "no castor", por cierto, las New Balance de Évole, ¿dónde y cómo están hechas?.

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    1. No olvides lo dificil (yo diría imposible) que es comprar productos para el día a día que no estén metidos en esa mierda, que es precisamente una de las denuncias del programa que parece que no has visto...

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  2. Evole eres un estómago agraït

    ASCOPENA

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