Cebrián y Felipe intentan torpedear el proyecto político de Rajoy, Iglesias, Casals y Vasile







Ha pasado más de un mes desde que se celebraron las elecciones generales y nadie sabe todavía quién pilotara los designios del Estado español. Hoy El País amanece con Felipe González exigiendo al PSOE que permita un Gobierno del PP sin Rajoy. Ya saben, a Cebrián le fallaron los torpedeos contra Podemos, su niño Rivera, tan inflado en las encuestas de Metroscopia, es a día de hoy irrelevante-y se le pondrá cara de Rosa Díez si se vuelven a convocar elecciones-, y Sánchez no les acaba de convencer.

Por eso Cebrián y Felipe, tanto monta, monta tanto, exigen al PSOE un pacto a la alemana que destruiría una formación que les debe importar poco. Todo ello mientras agudizan la agonía de un Régimen que pide la hora, por mucho que ahora intenten resucitar a Javier Solana. Se creen ambos oligarcas setentones que sus berridos siguen haciendo temblar los pilares del país, como ocurría antaño, pero claro, no saben Janli y Felipe que su tiempo ya pasó y que cada vez que abran la boca exigiendo alguna fechoría, las nuevas generaciones se cambiarán conscientemente de acera al ver a dos pobres ancianos fuera de sus cabales creyéndose que esto es la España de 1987.

De las otras dos alternativas que se manejan sobre el tapete, una parece inválida; Podemos no quiere ni oír un apoyo al PSOE, al que pretenden deglutir en unas hipotéticas generales primaverales. Por eso Iglesias pone listones tan altos, consciente del peso de los barones ante el frágil liderazgo de Sánchez, y por eso el PP y su camarilla mediática; COPE, los informativos de Onda Cero, RTVE, 13 TV, La Razón, ABC, El Mundo y el duopolio televisivo, Vasile y Casals, pretenden una reedición electoral.

Los motivos están claros; Rajoy no sacrificará su apestoso trono, al que se aferra con uñas y dientes, creyendo que de repetirse elecciones el PP subirá, en parte por el voto útil y en parte por el miedo a Podemos, y Ciudadanos, su rival en el centro-derecha, se hundirá, desapareciendo el miedo en el horizonte a Rivera.

Podemos por su parte se deja querer, pinza por interés, ya que Iglesias, que prefiere ser jefe de la oposición de Rajoy que vicepresidente de Sánchez, sabe que con esta nueva convocatoria podría rematar el sorpasso sobre el PSOE y hacer desaparecer a IU, hecho que le convertiría en el partido hegemónico de la izquierda, primer escalón para asaltar los cielos, aunque sea cuatro años tarde.

1 comentario:

  1. me dejas perplejo con tus análisis y críticas a según que partidos. O sea, hablas de que Rajoy se aferra a un trono...¿y no comentas nada de que Pdr Snchz lo único que quiere es el sillón? ¿de que el coletas solo quiere meter la cabeza como sea en el gobierno y ocupar el sillón más alto que pueda?

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