Los espectadores de Antena 3 contemplaron horrorizados la dictadura hermética y orwelliana de Corea del Norte, pero también es cierto que Corea del Norte, por mucho que se empeñe Antena 3, no es el peor país para vivir del mundo. La música tenebrosa, los dudosos testimonios rodados en Seúl, que denunciaban que una madre había tenido que matar a su hijo para comérselo, y la intención degradante del programa con el país en cuestión, nos dejaron ver las costuras del programa de Jalis de la Serna.
No es la primera vez que se difama a Corea del Norte, de hecho es obligación denunciar un país que no respeta los más elementales derechos humanos, pero de ahí a manipular va un trecho. El programa omitió cualquier elemento positivo del país norcoreano-la sanidad, educación y nutrición gratuitos-, y se cebó en denunciar los aberrantes errores del régimen de Pyongyang.
Pero Jalis no ayudó al programa con algunas mentiras flagrantes; que si está prohibido fotografiar por detrás la imagen del líder-un seguidor suyo le respondió con una imagen emitida por la cadena pública de Corea del Norte-, que si no hay internet-el propio Jalis entró en una sala que se utilizaba Google-, etc.
Aun así es cierto que es ridículo ver un país paranoico, que prohíbe a sus turistas salir solos del hotel, que es tan ridículo con el tratamiento de la imagen de sus líderes-está prohibido sacar una foto con la cara del líder portada-, etc. Pero también es cierto que muchos de los elementos negativos no son por consagrar una dictadura implacable, sino por la histeria colectiva que anida sobre un ataque de los Estados Unidos, imperio nefasto del que Jalis debería dar cuenta, con sus Guantánamos, su política de defensa, su colonialismo vía capitalismo, y su sanidad inhumana.
Corea del Norte es una gran secta y una dictadura repugnante, pero programas tan sensacionalistas como ayer no ayudan a denunciar en realidad al régimen. Es cierto que la prensa española se empeña siempre en cebarse sobre las dictaduras como Corea del Norte o Cuba, o en democracias como Venezuela, pero siempre miran para otro lado con países árabes, que son dictaduras mil veces más sangrientas que Cuba o Corea del Norte, pero que tienen intereses económicos en nuestro país.
Mienten sobre Podemos... Mienten sobre Corea del Norte... Salta a la vista lo pernicioso que es dejar la formación de los votantes en manos de empresas de comunicación privadas, que rara vez son independientes, neutrales y plurales como sí lo es La Sexta. Es evidente la necesidad de un mejor control de los medios, como bien dijo amado lider
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