El polémico capítulo cien de La que se avecina fue hasta simpático comparado con la basura que urdieron anoche los responsables de la comedia del sobrino de Moreno; con una agotadora trama teatral agotando al espectador, un ridículo asesinato y la elección de uno de los protagonistas entre dos mujeres. Solo se salva el personaje interpretado por Fernando Tejero, porque todo lo demás dio vergüenza ajena, nivel que parecía insuperable con los capítulos marcianos de la pasada temporada.
Alberto Caballero está encantado de conocerse, se cree un prometedor creador, aunque Telecinco le haya retrasado su nuevo proyecto, y cree que es un creador de opinión por los brochazos antigubernamantales que afloran en guión. La que se avecina sigue siendo cada día más ridícula, y solo la salvan la legión de adolescentes que repiten las manidas frases aprendidas por la sobreexplotación de sus capítulos en TDT. Patético.
No hay comentarios:
Publicar un comentario