Jaume Roures no cayó con el zapaterismo que lo aupó al escenario mediático nacional. El empresario catalán, trostkista, nacionalista y laico, no ha perdido demasiado con el cambio de poder en España.
El caso de Roures es complicado de entender, porque está claro que con el PSOE de aliado logró una licencia de televisión en abierto, financiación para un periódico y créditos para comprar el fútbol. Todos le pronosticaban una muerte cercana, pero de eso ni hablar, porque Roures vive a las mil maravillas, pero no de los últimos reductos del socialismo como Canal Sur, sino de cinco de los enemigos de los socialistas; Rajoy; su empresario afin, Lara; los curas, Esperanza Aguirre y Ciu. El único que parece haberle cortado el grifo es Vasile, ya que en Mediaset están bastante cansados del timo de la estampita del partido en abierto, ahora relegado a Energy, y que en verano saldrá en una subasta en la que no pujarán.
Roures, señor del que el PP se quejaba amargamente por los jugosos contratos con la TVE de ZP en la etapa de España directo, ha conseguido que el mismo PP le contrate a una de sus empresas, K2000, un programa para TVE; Órbita Laika.
Roures, señor que parecía el antagónico de Lara, el empresario más afín del PP, ha conseguido que Lara le mantenga los privilegios en la Sexta, con la producción de informativos, deportes y mayoría de programas. Eso sí, Roures lo ha conseguido a costa de escaldar a todos sus aliados: Globomedia, con Contreras y Milikito echando pestes porque la productora más importante del país ha perdido la mayoría ejecutiva en Imagina; Bainet, con Arguiñano amenazando con denunciarlo; y Televisa, tras arruinarse con la Sexta.
Roures, que echaba pestes de Esperanza Aguirre desde Público, ha sido uno de los privilegiados en colocar mercancía en la arruinada Telemadrid, en este caso con el reality La carrera de tu vida, presentada por Chema Martínez. Aunque nada extraña de Esperanza, la misma señora que denunció a Público en 2010 y en 2011 se dio la circunstancia que entregó su vídeo electoral a Molinare, empresa de Roures, que además se encargó del vídeo electoral de Tomás Gómez, su rival en las urnas. ¡Toma castaña!
Roures, que promulgaba un mensaje ultralaico desde Público, ahora le vende los partidos de segunda, las tertulias y los resúmenes, es decir, los formatos que no han funcionado en ningún sitio a 13 TV, a los curas, que quizás se traguen lo que digan los actuales gestores, ex gestores de la Sexta.
Roures, que odiaba en guerra abierta a Prisa, ahora mantiene pactos con Cebrián para la emisión del fútbol, eso sí, sabiendo que su aliado futuro es Telefónica, con la que compartirá Liga, Champions, Fórmula 1 y ligas extranjeras los próximos años.
Roures, próximo al PSC en contraposición con Ciu, partido al que acusaba de tenerle vetado en TV3, ha conseguido que los nacionalistas le entreguen la gestión de BTV, la televisión municipal de Barcelona.
En definitiva Jaume Roures, ha conseguido hundir a sus aliados, trincar de sus enemigos, cambiarse de chaqueta e irse sin pagar de la fiesta de Público, a cuyos trabajadores adeuda millones de euros. Quizás piensen algunos que los de Podemos son hijos del zapaterismo porque Público, ahora en manos de un socio de Roures, es el que da cobijo a La Tuerka y tiene en nómina de colaboradores a Iglesias y Monedero, los señores que han propiciado el hundimiento del PSOE.
Roures ha caído de pie, sigue con un nivel millonario de facturación, no sabe lo que es la crisis, y anda preocupado en temas menores, como el veinte aniversario de Mediapro, sus alianzas con Wuaki.tv o Total Channel para intentar hacer rentable Gol T consiguiendo que el españolito medio rompa a pagar por internet, sus estrenos de cine, con un documental sobre la vida de Messi en la recámara, o dejando claro que él pese a ser un proveedor, manda en Atresmedia, grupo al que desmintió en público, cuando se filtró que Gol T iba a dejar paso a un canal en abierto de Antena 3 para equipararse con Mediaset. De eso nada. De nada.
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