Bieito Rubido capea como puede la crisis, los recortes y algunos escándalos de ABC









Bieito Rubido acaba de cumplir cuatro años al frente de ABC, desde donde capea como puede los tres principales problemas que tiene el diario monárquico; las últimas meteduras de pata en el seno de la redacción, la crisis y los recortes en Vocento. El periodista gallego aterrizó en ABC para redefinir un modelo empañado tras sucesivos cambios de director, con unas pérdidas acumuladas inasumbiles y con una guerra civil entre las familias del diario, herederos de la rancia aristocracia madrileña y de la decadente burguesía del Neguri. Con su llegada al frente del periódico centenario, se produjeron algunos significativos cambios, como pudo ser la disminución de las promociones, dopaje generalizado utilizado para maquillar la caída del papel, eso sí, a cambio de arruinar a sus editores.

A Bieito, monárquico y liberal, con bagaje y peso tras su paso por La Voz de Galicia, se le presumía a su llegada una empalagosa relación con Rajoy, teoría que algunos quisieron retroalimentar después de una recordada rueda de prensa donde un redactor de ABC preguntaba al dictado del Presidente del Ejecutivo. Pero sin embargo, tiempo después Bieito ha demostrado una dignidad periodística poco reconocida hasta el momento, manteniendo una línea informativa independiente y crítica en algunos aspectos, como pueden ser la retirada de la Ley del aborto o las medidas gubernamentales en contra de la corrupción, que fueron replicadas así desde ABC en un duro editorial: "Pero hace muy mal el PP cuando se camufla bajo el problema general para afrontar con morosidad y cierta desgana los casos que le afectan. Las frases rituales y las respuestas en diferido ya no sirven (...) por parte de un partido que llegó al Gobierno enarbolando la bandera de la limpieza y que hoy está cosido por los escándalos". También ABC ha mantenido una distancia con la Casa Real, destapando incluso el año pasado un supuesto problema conyugal entre Felipe o Letizia, o pidiendo con insistencia desde hace meses la renuncia de los derechos dinásticos de la Infanta Cristina, primero a través de una carta abierta de Pérez Maura y posteriormente con varios editoriales y artículos, que exigían "el último gesto que puede hacer para tratar de paliar el enorme daño que ha hecho a la Corona". Aunque también se han sucedido otro tipo de charcos, como pudo ser la noticia del portal de ABC, que anunció la muerte de la enfermera Teresa, "que será incinerada". o varias informaciones sobre la banda terrorista ETA, como la última, que señalaba que algunos de sus criminales más sangrientos votarán a Podemos, por no hablar de la metedura de pata del propio Bieito, que en una tertulia de COPE señaló a Eduardo Madina como cercano a la banda terrorista.

El segundo de los problemas es la crisis, capeada desde hace tres años y medio por Luis Enríquez, que  no ha tenido más remedio que tomar varias decisiones, vender el gratuito Qué!; cerrar la deficitaria Punto Radio, tras haber llegado a un ventajoso acuerdo de alquiler de señales con COPE; o cerrando la fallida La 10, quedándose Vocento como simple arrendadora de señales TDT, en un puesto de casero por el que ha recibido un tortazo tras la sentencia del Supremo, que le dejaba sin dos de las cuatro señales por las que cobrar.
La crisis estuvo a punto de desembocar en una rumoreada fusión con Unidad Editorial, con cuyos accionistas no se pusieron de acuerdo en el tamaño del trozo de la tarta a repartir. Tras enfriarse las negociaciones, Unidad Editorial disparó a través de El Mundo el día después del funeral de Botín, al que señalaba como puntal del grupo con con Rodrigo Echenique de intermediario, algo que provocó con un pequeño disgusto en el Presidente de Vocento, mitigado quizás cuando lo nombraron vicepresidente externo en el consejo del banco. 
El tercer problema que tiene que asumir Bieito son los recortes, pese a que en 2015 está previsto que el diario monárquico gane dinero, hecho insólito en una década. Aunque en Vocento respiran más tranquilos después de conocerse que las pérdidas en el grupo se han reducido en un 40% en los nueve primeros meses del año, en los que ha destacado una subida del 18% de la publicidad online.
La crisis ha dejado a Bieito sin parte de su redacción, menguada por las medidas de eficiencia llevadas a cabo por Echenique, algo que ha ocurrido en todas las cabeceras. Lo insólito ha sido el sorprendente adiós de ABC a Canarias y Baleares a partir del próximo enero, donde ya no se podrá encontrar en los kioskos. Es por ello que Bieito se presentó este martes en Palma de la mano Luis Enríquez, con Ramón Pérez Maura, David Gistau y Juan Manuel de Prada ejerciendo de convidados de piedra y con el engominado Bauzá como padrino, en un acto donde no faltó nadie de la plana mayor del PP en Baleares, comunidad donde ABC dice que presentó el lanzamiento de la plataforma Kiosko y Más, que lleva disponible en internet desde hace tres años y medio. Ésa era la excusa, porque lo que realmente fueron a decir es adiós, ya que los costes brutales de distribución por los archipiélagos balear y canario han llevado a tomar la decisión de no imprimir el diario centenario más patriota en las islas. Es una pena conocer noticias así, pero también es una pena que se estén priorizando recortes sobre los lectores, cosa que parece importar poco a ABC. Porque el diario respira igual tras conocer el último EGM, donde no aparece ni entre los diez periódicos nacionales más leídos, y donde no ha alcanzado por primera vez en décadas el medio millón de lectores diarios, lejanos ya de los 720.000 de hace apenas dos años, cuando la sartén de promoción y el regalo del diario dentro de algún regional del Correo, convertía la distribución en un acto más comercial que periodístico. En estos veinticuatro últimos meses ABC ha perdido el 25% de los lectores en Madrid y Andalucía, sus dos tradicionales graneros de lectores. Sabíamos que estábamos viviendo una transición del papel al digital, pero no sabíamos que el suceso iba a  ser tan precipitado.


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