Cinco movimientos que debe hacer José Antonio Sánchez para resucitar RTVE







La entrada de un nefasto gestor como José Antonio Sánchez, hombre de Anson, amigo de Urdaci y enterrador de Telemadrid, puede suponer la puntilla del Estado a RTVE. En sus primeras decisiones hemos visto notas positivas-la decisión de no cerrar Teledeporte o la onda corta, el frenazo al ERE o el aumento de la publicidad mediante patrocinios culturales o pruebas en el Canal Internacional y en la web-, con notas negativas-el fichaje de Álvarez Gundín como jefe de informativos, la elección del jefe de prensa de Sánchez Camacho como director del centro territorial catalán, el retorno de Buruaga el próximo febrero o la renovación de editores para volver a la etapa Urdaci-. Con cinco simples movimientos, Sánchez conseguiría salvar en parte la ruina que se le avecina a RTVE:

El primer movimiento es conseguir el retorno de la publicidad a TVE, con el que la Corporación tendría al fin una financiación clara y viable. Pero parece que aunque Montoro es proclive, Soraya frena la operación por miedo a una rebelión antes de las elecciones del duopolio televisivo.
El segundo es el retorno de Fran Llorente, que aportaría pluralidad, rigor y credibilidad a los informativos. Es indignante el cerco informativo que sufre Pablo Iglesias o toda la manipulación del tema catalán.
El tercero es el retorno de Juan Ramón Lucas al frente de las mañanas de RNE, tras las discretas etapas de perfil bajo con Manolo HH o Alfredo Menéndez. Con este fichaje la radio pública volvería a ponerse en primera plana informativa.
El cuarto es saber administrar los presupuestos, cosa que parece fácil, pero que no lo han conseguido los últimos gestores, que han tirado la casa por la ventana para comprar los partidos clasificatorios de la selección. Y mientras La República sigue sin estrenarse, TVE dilapida el dinero con Mota, que tiene un caché demasiado elevado para los tiempos que corren.
Y el quinto, es el más complicado, que es saber escoger un espacio fuerte para las sobremesas. La marcha de Amar en tiempos revueltos consiguió hundir las tardes primero y después toda la parrilla de La 1.



También se le podría pedir que escogiera mejor las caras de La 1, que entre Toñis y Marilós, no ganan para disgustos. ¿Ahora las estrellas van a ser Jaime Cantizano y David Bustamante? ¿Regresarán Ana Obregón y Ramón García como tándem veinte años despues? Pasen y vean.

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