Todo es mentira



Hay que despertarse y darse cuenta que todo que nos rodea es mentira; la democracia es mentira, ya que las élites la han secuestrado, con la complicidad de inútiles y corruptos políticos como gerentes, mientras el ciudadano medio paga los platos rotos. Las religiones son mentira, porque sus dirigentes funcionan como lobby interesado, a la vez que el rebaño de feligreses se cree los dogmas sin saber lo que se cuece en la sacristía. La economía se basa en grandes mentiras, cosa hemos sufrido en esta crisis que parece no tener fin. Y la televisión, cómo no, también es mentira, tan mentira como los seguidores en Twitter de Rajoy, que en doce horas ganó 60.000 followers árabes, propiciando una extraña primavera en pleno septiembre, con el verano alargándose y las hojas esperando caer. O tan mentira como es ese holograma llamado Jordi Pujol, ahora que los catalanes se han enterado-no les ha quedado más remedio- de la red cleptocrática del pastor de la "nación catalana".

En la televisión la reina de la mentira es Telecinco. Las hordas de Berlusconi han construido una fábrica de realidad paralela en Fuencarral, y ahí anidan vividores, golfos y demás chusma, que simula vivir, sobrevivir, encontrar el amor, discutir o siemplemente respirar. Porque se teme que sean robots.
Ana Rosa de hecho dicen que es un robot. Si no es difícil explicar que una señora de su nivel deje a los miembros de su programa especular, mentir o reconstruir situaciones absurdas sobre el pederasta de Ciudad Lineal. Y también pueden que sean robots los sujetos rebotados del gimnasio que inundan el plató de Mujeres y hombres y viceversa, a los que no les hace falta buscar el amor en televisión, no como a los ancianos del programa de Juan y Medio, pero sí les hace falta figurar, aparentar y trincar unos eurillos, además de hacer "bolos" por discotecas de dudosa reputación.

Es una falacia también De buena ley, con actores amateurs representando juicios, escudados por rebotados de la telebasura sentando cátedra. Y es una patraña Sálvame, esa mezcla de reality, culebrón y magazine endogámico, donde los tertulianos son estrellas, por lo que es más importante para el programa que una tal Rosa Benito no haya pagado la factura del tinte que el último ligue de David Bisbal, hecho inusual en cualquier programa del corazón mundial.

El que mejor definió Sálvame fue Paolo Vasile, el cínico consejero delegado de Mediaset: "En Sálvame son actores de una comedia, sólo que usan su propio nombre. Matamoros está convencido de ser Matamoros, pero no existe como tal; hay un señor que se llama Matamoros que está interpretando un personaje que se llama así". Olé por él y por su lucrativo negocio, que espera ya el retorno de Gran Hermano, edición número quince, con Mercedes Milá preparando el tanga para el estreno-60.000 compatriotas se han apuntado al casting, ni más ni menos-.

Hasta de Pasapalabra hay dudas sobre su veracidad, tras ser acusado de tongo en varias ocasiones. Y sobre Hermano mayor ni hablamos, con esas milagrosas terapias de una semana, en las que el violento y drogadicto adolescente parece travestirse en un niño de San Ildefonso.
Sobre el único programa que no se duda es sobre ¡Qué tiempo tan feliz!, ese espacio que flota en el ambiente navideño de la rejuvenecida "Mamá Campos", tras su comentado amorío estival. Su programa se llena de trucos de magia, chismes, música "viejuna" interpretada por "triunfitos" y entrevistas a artistas en descomposición, que pretenden competir contra los de Cine de Barrio.
El programa de María Teresa es un magazine clásico, sin reporteros peleando por arrancar unas palabras a los familiares de víctimas en el peor día de su vida como en AR, y sin peleas guionizadas como en Sálvame. No se le puede pedir más.

Pero Telecinco no es la única cadena que usa la mentira como baza. También lo hace Atresmedia, con ese sujeto llamado Chicote fingiendo reflotar tabernas con muy mala leche. Esta noche estrena el cocinero madrileño la segunda edición de Top Chef. No lo tendrá fácil, ya que se enfrenta a una batería de estrenos; Chiringuito de Pepe, con ganas de confirmar su revelación veraniega, la tercera y última temporada de Isabel-cuiden con los libros de historia, que están llenos de spoilers sobre la serie-, nuevos capítulos de la eterna CSI en Cuatro y la mafiosa Gomorra en la Sexta, basada en el best seller de Saviano. Casi ná pal cuerpo.












1 comentario:

  1. Muy bueno. Aunque si lo tuviesen escrito a mayúsculas delante de sus narices tampoco lo reconocerían, gota a gota puede terminar calando.

    ResponderEliminar