¿Qué fue de Pedro Sánchez?



Poco más de un mes ha pasado desde el triunfo en el Congreso socialista de Pedro Sánchez, que es ese truco cosmético del sistema para alumbrar una nueva cara que prometa regeneración y guiños izquierdistas en el sistema, con intención de frenar el fuerte auge de Podemos.
El invento, apadrianado por la oligarquía económica y los chupópteros del sistema, se ha difuminado en apenas cuarenta días, como una gaseosa abierta.

El centro-derecha se mueve

El ascenso en las encuestas de Podemos también ha provocado un frenazo en las expectativas a largo plazo de UPyD, cuyo eurodiputado, Francisco Sosa Wagner, ha dejado al aire los problemas de UPyD, insinuando el autoritarismo de Rosa Díez, que se niega a pactar por Ciutadans por simple ego.

Peor le va a VOX, al que le faltaron menos de 2.000 votos para perpetuar a Vidal-Quadras en el balneario de Bruselas. Éste, se olió la tostada con el fracaso, y salió por patas. Ahora ha quedado una escombrera, tal y como ha revelado Cristina Seguí en Interviú, que además de admitir que tuvo sexo en un avión, atizó al presidente interino de VOX, al que acusa de aprovecharse del partido, al que factura 12.000 euros mensuales. El partido tiene muy mala pinta, tal y como revela Estrella Digital. Sobre todo después de la entrada de un núcleo radical de Sociedad Civil y Democracia, partido fundado por Mario Conde.











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